Rogelio Sánchez
A pesar del intento por reventar la Secretaría de Educación Pública de Tlaxcala (SEPE), un aproximado de 300 integrantes de la sección 31 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), adheridos a la Delegación Sindical D-III-i, al parecer no están del todo de acuerdo con las acciones de su lideresa Gwendolyne Amaro Ramírez
Y es que, mediante un escrito que fue difundido entre la comunidad educativa y del SNTE, declaran que los integrantes del D-III-I, no quieren se obligados a ser parte de un movimiento parcial y afirman: “Para nosotros, la solución no es sacar a Homero Meneses”.
Del mismo modo reconocieron que, como sindicalizados de la mencionada delegación existe poca gestión para crecer laboralmente, por lo que exigieron transparencia en las propuestas de ascenso de categoría, de nuevos ingresos, de base y de confianza que ha realizado Amaro Ramírez.
“Queremos cuentas claras: ¿cuánto dinero recibió la Delegación para todos los eventos no ejecutados derivados de la pandemia ya conocida?” señala el escrito que también exige claridad en la compra y entrega de despensas, obsequios, así como la disparidad que hubo en la entrega de celulares ya que, mientras a unos trabajadores les entregaron equipos de cinco mil pesos, otros más recibieron smartphones por casi nueve mil pesos.
Asimismo, reclamaron al líder sindical Cutberto Chávez de la Rosa pues aseguran que hasta la fecha no ha cumplido con los compromisos y promesas que hizo para su campaña donde salió electo como dirigente de la sección 31.
Por igual reclamaron la existencia de aviadores, además de personal laborando al interior de Oficinas Centrales con plaza base y de confianza de quienes, argumentan, son ajenos a la Secretaría.
Sin embargo, también reclamaron al titular de la SEPE, Homero Meneses Hernández, para que permita un espacio donde la delegación sindical pueda operar al interior de las instalaciones de la SEPE-USET; sumado a los reclamos por la administración del área de cafetería pues desconocen desde el pago de renta y el destino del ingreso.
Por ello reclamaron a Amaro Ramírez que, hasta no dar claridad con sus demandas no obtendrá mayor respaldo, además de que exigieron respeto al secretario de educación, por referirse al personal comisionado como “lava coches”; así como pidieron a Cutberto Chávez no permita que su liderazgo se vea manchado por manipulaciones y escuche de forma secreta a los agremiados quienes, afirman, temen represalias por parte de la Delegación Sindical.
