Ucrania asegura que Rusia se retira de Kharkiv: sería la segunda gran derrota de Putin en la invasión

El Ejército ruso está retirando tropas de la ciudad de Kharkiv, la segunda mayor urbe de Ucrania, sobre la que había intensificado sus bombardeos en los últimos días, aseguró este viernes el diario The New York Times.

El rotativo, que cita fuentes oficiales ucranianas y de los aliados occidentales, asegura que los rusos han perdido terreno en esta región vecina al Donbás, donde están las autoproclamadas repúblicas de Donestk y Lugansk, ambas reconocidas por Moscú.

Precisamente, el Ejército ruso pretende controlar Kharkiv para poder asegurarse el éxito de la ofensiva que ha lanzado sobre esas dos regiones prorrusas.

De confirmarse esta situación sería uno de “los mayores reveses sufridos por Rusia desde su retirada de Kiev el mes pasado”, destacó el diario.

Las autoridades ucranianas creen que el Kremlin probablemente redirigirá las tropas ahora hacia el sureste, donde se dice que está reforzando sus fuerzas en Izium, una ciudad que capturó el mes pasado.

Izium, a unas dos horas al sureste de Kharkiv, se ha convertido en un centro de operaciones crucial para Rusia que, al parecer, está logrando avances en la región oriental del Donbás, donde la lucha ha sido implacable y sus fuerzas son ayudadas por grupos paramilitares prorrusos.

Rusia trata en las últimas semanas de establecer un corredor que le permita a sus tropas moverse desde el este de Ucrania hasta la península de Crimea, que ya invadió en 2014.

Para ello, ha redoblado su ofensiva en el Donbás y trata de hacerse con el control total de la ciudad portuaria de Mariúpol, donde apenas un reducto de soldados ucranianos, en su mayoría del regimiento Azov, resisten atrincherados en las instalaciones de la acería de Azovstal.

Mientras tanto, los dyueños de las casas destruidas por los combates comenzaron a regresar a las aldeas recapturadas por las fuerzas ucranianas al este y norte de Kharkiv.

Tatyana Pochivalova, residente de la pequeña aldea de Vilkhivka, se arrodilló y besó el suelo fuera de las ruinas de su casa cuando regresaba a casa por primera vez en dos meses el miércoles.

“Oh, mi tierra amada”, se lamentó. “Una nación hermana… Nunca esperé algo así, tanta agresión, tanta destrucción”, dijo luchando por contener las lágrimas.

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