Guerra, producción y comercio mundial: según The Economist, el mundo está al borde de una catástrofe alimentaria

La situación alimentaria del mundo ya era frágil y la invasión rusa y la guerra en Ucrania podrían llevar al mundo a una “catástrofe alimentaria”, con hambrunas masivas y la muerte de centenares de millones de personas, alertó en su último número la revista The Economist.

En tapa, en un editorial y en una nota adicional, la influyente publicación británica describió el destructivo combo que para la regular producción, comercio y provisión de alimentos conforman la invasión rusa y la guerra en Ucrania, el bloqueo de los puertos ucranianos, las sanciones comerciales derivadas de la guerra, la sequía en áreas y países clave, el encarecimiento y escasez de fertilizantes, el aumento del precio de la energía y las restricciones que algunos países aplican al comercio de alimentos.

Se necesita el mundo para alimentar el mundo y la manera en que se hace es a través del comercio”, dice una crónica con reportes de varios países. Y precisa: “según algunas estimaciones, cuatro quintas partes de la población global vive en países que son importadores netos de alimentos. Más del 20% de las calorías del mundo y más del 18% del grano, cruza al menos una frontera desde la cosecha hasta un plato de comida”.

La guerra está dañando ese sistema global de alimentación, que ya había sido golpeado por la pandemia, el cambio climático y la crisis energética. “Las exportaciones de cereales y oleaginosas de Ucrania están prácticamente frenadas, y las de Rusia están en jaque por las sanciones”, dice el editorial de la revista. Esos dos países, precisa, “suministran el 12% de las calorías que se intercambian globalmente”.

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