Durante poco más de 30 años, los nombres de Silvia Pinal y Alejandro Gertz Manero, actual Fiscal General de México, han estado ligados.
En las primeras semanas del 2000, a la actriz le fue girada orden de aprehensión por presunto fraude de más de 9 millones de pesos en contra de la Asociación Nacional de Productores de Teatro (Protea), de la que había sido presidenta.
La denuncia inicial, hecha siete años antes, había sido interpuesta por el productor Armando Cuspinera, quien luego desistió, y el propio Gertz Manero, quien arrancaba precisamente el nuevo siglo como Secretario de Seguridad Pública en el entonces Distrito Federal.
Gertz Manero, en su calidad de productor teatral en los 70’s, había fundado Protea y en los 90’s, había sido secretario de la Asociación, cuando Pinal era presidente como secretario.
En 1992, Silvia fue reelegida presuntamente cambiando el reglamento. Entonces, Cuspinera y Gertz Manero denunciaron primero por ilegalidad en la reelección, afirmando que la asamblea no era legítima. Meses después, alertaron sobre irregularidades administrativas. No pasó nada.
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En el 2000, el Juez 47 de lo Penal del DF, giró la orden de aprehensión tras analizar el caso.
“Al principio no me preocupé, mis manos estaban limpias y mi conciencia absolutamente tranquila”, cuenta Pinal en su biografía “Esta soy yo”.
“Tenía a un abogado a cargo de mi caso y creí que todo se aclararía, pero no fue así. Un día recibí una llamada: “Tienes que esconderte, salir del pais”. “¿Yo?, ¿por qué?”, contesté. “Hay una orden de aprehensión en tu contra”, relata.
Y se fue a Miami. Primero, con miedo, fue sacada en un auto con destino a Acapulco y de ahí un avión privado la trasladó a la ciudad estadounidense. En el extranjero prácticamente estuvo 11 meses, autoexiliada.
Durante ese tiempo, Gertz Manero habló poco del caso. Se limitaba a decir, a título personal y no como funcionario, que él no quería litigar en los medios, pues era algo que debía aclararse con la autoridad correspondiente.