Alonso Camarillo /Local
Integrantes del Sindicato “7 de Mayo” en su intento por boicotear la ceremonia de colocación de Bandos Solemnes de Fiestas Patrias en Tlaxcala, hicieron caso omiso a las indicaciones de su dirigente Enrique Escobar Cortéz, quien solicitó a los manifestantes guardar respeto a los símbolos patrios.
No obstante los inconformes, pese a ser conocedores de que al interior de Palacio de Gobierno se llevaba a cabo una mesa de diálogo entre representantes del Gobierno Estatal y del propio sindicato, con gritos de: “toma de nota” exigían el reconocimiento de Escobar Cortéz como dirigente, así como el pago de pensiones y servicios de salud a jubilados.
Al término de la reunión, Enrique Escobar pidió a sus representados mantener la calma y permitir la realización del evento, recibiendo la negativa por parte de los agremiados quienes exigían acuerdos por escrito y firmados por la Gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros.
Minutos después, al no lograr controlar a los burócratas inconformes, el ex dirigente del 7 de Mayo, Edgar Tlapale Ramírez acudió al rescate de su ahijado político y principal operador para aclarar que los acuerdos de incremento salarial no se otorgarían hasta que guardaran silencio.
Este hecho deja claro que Tlapale Ramírez continúa manejando los hilos al interior del gremio el cual aún no está reconocido plenamente por el Tribunal de Conciliación y Arbitraje (TCyA).