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¿Y el decreto?

Por Elena Sánchez Sánchez

Contubernios, negocios fuera de la ley e indiferencia, es como se mueven la mayoría de los presidentes municipales, luego de que se comprometieron a respetar el Decreto por el cual se establecen las limitantes y los horarios para la operación de los establecimientos destinados a la venta y consumo de bebidas alcohólicas.

Y es que el pasado mes de septiembre la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, publicó en el Periódico Oficial del gobierno, las modalidades que se llevan a cabo para el consumo de alcohol, con el objetivo de inhibir hechos delictivos, actos violentos y accidentes que se producen por la ingesta de bebidas etílicas.

Al momento, ningún presidente municipal ha sancionado algún establecimiento y mire que si usted hace un recorrido por cada uno de los municipios existen lugares que venden alcohol fuera de los horarios establecidos; aunque usted vea cerrado, solo basta tocar la puertita de al lado para que le vendan el pomo, la caguama, hielos y hasta la botana.

Los alcaldes no se comprometen, así firmen diez decretos parece que la tranquilidad de los ciudadanos no les importa, lo único que buscan es solapar a personajes que violentan la ley y recibir el soborno que les corresponde.

El consumo de bebidas alcohólicas entre niños y adolescentes se disparó entre 2020 y 2022 en nuestro país, hasta triplicarse a causa del largo confinamiento por la pandemia de Covid-19, esto según un estudio realizado por los Centros de Integración Juvenil (CIJ).

El informe destaca que en cada uno de los CIJ los infantes antes de la pandemia representaban el 8 por ciento, pero para el 2021, la cifra había crecido en un 25%.

El alto costo social y económico que genera la indiferencia de los alcaldes para acatar el Decreto propuesto por el gobierno estatal obliga a buscar soluciones entre la sociedad, puesto que ya quedó claro que los presidentes municipales prefieren cuidar sus intereses económicos más que respetar la ley.

El gobierno estatal consiente de los problemas que genera el consumo indebido de alcohol ha realizado su parte.

Aquél 9 de septiembre en presencia de la gobernadora Lorena Cuellar Cisneros, el secretario de Gobierno, Sergio González Hernández, afirmó que es responsabilidad del gobierno mantener la gobernabilidad y la armonía social, por ello se hace necesaria la regulación y limitación de la venta de bebidas alcohólicas, a efecto de salvaguardar la integridad de las personas y sus bienes.

Ahora toca a los presidentes municipales concretar su papel, y sancionar a quien violenten las normas, pues será de beneficio para los pobladores, al tiempo de que está en juego la tranquilidad de miles de familias.

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