Tanto los celulares que cuentan con el sistema operativo de Android o de iOS tienen la posibilidad de actualizar su software para tener acceso a mejores características, aplicaciones y funciones. Sin embargo, con cada nueva actualización mayor en la que se cambia de sistema los celulares se vuelven cada vez menos compatibles con las exigencias de las aplicaciones hasta un punto en el que no se pueden actualizar más.
Si bien los usuarios pueden llegar a utilizar el mismo celular por varios años (en el caso de los iPhone pueden soportar un uso prolongado de 6 años aproximadamente), algunas personas eligen extender aún más su vida útil aún cuando los teléfonos ya no admiten mejoras en su sistema operativo.
Esta limitación no solo les impide descargar las nuevas versiones de sus sistemas operativos, sino que también estarán imposibilitados de acceder a actualizaciones menores de software, aún cuando la mayoría de ellas incluyen mejoras a errores de seguridad que se pueden encontrar en versiones pasadas. Este es el motivo principal por el que estos usuarios no podrían enfrentar adecuadamente los riesgos de ataques informáticos. Sin embargo aunque se llegue al final de las actualizaciones mayores y el cambio de sistemas operativos no sea posible, las compañías como Google o Apple pueden seguir ligadas a los dispositivos por un tiempo adicional enviando periódicamente pequeñas actualizaciones o parches de seguridad.
No existe un rango de tiempo establecido entre el final de las actualizaciones en un dispositivo y la finalización del envío de parches de seguridad, por lo que cada usuario tendrá que mantenerse al tanto sobre cuándo se acabarán las actualizaciones en su dispositivo. En el caso de Apple, por ejemplo, se llegó a actualizar la seguridad de un iPhone 5S que fue lanzado al mercado hace 10 años.
También es posible que las empresas pueden cortar lazos con un dispositivo de manera definitiva una vez que se terminen sus actualizaciones de sistema, aunque para que esto ocurra tendría que haber muy pocos usuarios activos de esos modelos. Es en este momento en el que cualquier dispositivo podría verse afectado por un ataque cibernético, hackeo, acceso remoto, infiltración de malware por medio de aplicaciones maliciosas, entre otros posibles riesgos de seguridad que pueden afectar directamente a los celulares, sino que puede involucrar los datos almacenados dentro, incluida información bancaria, claves de acceso a otras plataformas, información personal, etc.
Además del sistema operativo, las aplicaciones que se encuentran presentes en los celulares tampoco podrán actualizarse debido a que cada cierto tiempo las exigencias para la instalación de los programas aumenta para sacar más provecho a las funciones de los teléfonos.