J. Molina
Después del Día del trabajo y de la gran movilización de trabajadores de diferentes sectores en la capital, en Tlaxcala, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) emitieron posturas diferentes en torno a las acciones gubernamentales en materia laboral.
En primera instancia, Julio César Pérez González, dirigente del PRD amonestó que, la importante cantidad de personas que acudieron a manifestarse y con las protestas en común solo reflejaron la realidad laboral que hay en la entidad.
Misma, que sería maquillada por el Gobierno estatal, además, de que la marcha “tumbó” el discurso gubernamental de que se tienen avances en seguridad, educación y autonomía sindical, en Tlaxcala.
En contraste, la Dirigencia Estatal de Morena, en una reunión que tuvo con obreros presumió las acciones desde el Gobierno federal, como el aumento al salario mínimo y la propuesta de reducir la jornada laboral a 40 horas por semana.
Además, que en el contexto local el Gobierno estatal habría generado más de ocho mil empleos, aunado a la garantía de libertad sindical, a pesar de que los Sindicatos alentaran con “los otros datos”.
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