Extorsión, uso excesivo de fuerza, corrupción, y actuación ilícita, así trabaja la policía de Apetatitlán


Claudia Orozco

Durante la madrugada del domingo, se realizó un operativo de alcoholímetro en Apetatitlán, dónde horas después a través de un boletín informaron de una presunta persecución a personas en aparente estado inconveniente.

Sin embargo, las personas que fueron aseguradas, se acercaron a este medio de comunicación y desmintieron la información dada a conocer por el área de comunicación del ayuntamiento de Apetatitlán.

Señalaron que circularon cerca del lugar donde ocurrió el operativo, a comprar en una tienda de autoservicio, pero jamás pasaron por ahí y se fueron al domicilio de uno de los afectados, ubicado en el alto, Chiautempan.

Sin embargo, durante el viaje vieron que una patrulla se mantuvo a la distancia siguiéndolos, sin códigos ni placas, pero que en ningún momento hubo accidentes ni exceso de velocidad como asegura el boletín.

Y al llegar al domicilio, fueron abordados por los elementos municipales quiénes los agredieron físicamente, y fueron asegurados pese a que ya estaban fuera de su jurisdicción.

Poco después, llegaron más patrullas de Apetatitlán con grúas y se los llevaron junto con el vehículo, siendo liberados hasta la madrugada, señalando que les quitaron alrededor de 15 mil pesos que llevaban, ya que habían cobrado sus salarios.

Declararon que en ningún momento hubo prueba de alcoholímetro y el vehículo se niegan a entregárselos, ya que les imponen una multa de cinco mil pesos, más otra infracción de cinco mil por el alcoholímetro, el arrastre, y lo del corralón, sin contar el dinero que presuntamente les sustrajeron al momento de asegurarlos.

Es así, que opera la policía municipal de Apetatitlán, buscando generar multas, y realizando detenciones fuera de su jurisdicción, además de ejercer violencia contra aquellos que se resisten a sus extorsiones.

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