Alerta sanitaria: un brote de cólera deja 15 muertos, entre ellos un niño

El Departamento de Salud de la provincia de Gauteng, en el norte de Sudáfrica, ha informado sobre un brote de cólera que ha dejado al menos 15 personas muertas, incluido un niño de tres años. Este brote fue confirmado luego de que se hicieran análisis de las muestras de una veintena de pacientes de un hospital de la región Hammanskraal. Todos ellos presentaron síntomas de diarrea, dolores estomacales y náuseas. 

Hay que señalar que desde el pasado 15 de mayo, 95 personas presentaron síntomas semejantes, de las cuales 37 permanecen hospitalizadas.

Ante la grave situación la municipalidad de Tshwane, en la que se incluye las ciudades Pretoria y Hammanskraal, está proporcionando tanques de agua potable a los residentes, luego de desaconsejar que bebieran agua del grifo.

“Les estamos proporcionando tanques de agua. No quiero que la gente muera, pero aún no sabemos cuál es la fuente de esto”, afirmó la concejal Rina Marks, quien además es parte del comité de salud de la Alcaldía en Tshwane.

El Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles (NICD) ha pedido a la población de Hammanskraal que hierva el agua o la trate con lejía (desinfectante) antes de consumirla.

¿Qué es el cólera?

El cólera es una enfermedad infecciosa aguda causada por la bacteria Vibrio cholerae, la cual afecta principalmente al sistema gastrointestinal. Esta enfermedad se caracteriza por provocar diarrea acuosa y vómitos intensos, lo que puede llevar rápidamente a la deshidratación severa y, en casos graves, a la muerte.

El cólera se transmite principalmente a través del consumo de agua o alimentos contaminados con heces fecales de una persona infectada.

Las consecuencias sanitarias del cólera pueden ser devastadoras, especialmente en áreas donde la infraestructura sanitaria y de agua potable es deficiente. El principal riesgo radica en la rápida propagación de la enfermedad en comunidades con condiciones insalubres y falta de acceso a servicios básicos de salud.

La deshidratación es una de las principales consecuencias graves del cólera. La diarrea acuosa y los vómitos intensos provocan una pérdida rápida de líquidos y electrolitos del cuerpo, lo que puede llevar a un desequilibrio peligroso y potencialmente mortal. Sin un tratamiento adecuado, la deshidratación severa puede llevar a la insuficiencia renal, colapso circulatorio y, en última instancia, la muerte.

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