A menudo, las personas se enfrentan a dificultades al iniciar un plan de ahorro debido a la falta de claridad sobre cómo comenzar, por esta razón, muchos expertos en finanzas personales han desarrollado estrategias que se adaptan a los ingresos de cada individuo, estableciendo montos específicos para destinar al fondo de ahorros. Estas estrategias les permite obtener ganancias significativas para destinar a mejores inversiones y así evitar el estrés por el futuro.
En la búsqueda de nuevos métodos de ahorro que se adapten a las necesidades de las nuevas generaciones, la analista Kimmie Greene ideó una fórmula matemática que unifica una manera de ahorro con base en la edad y el salario bruto anual de cada persona, para así adaptar las cifras de manera individual y hacer más amable la concepción sobre las finanzas personales.
La forma más sencilla de ahorrar es el Método Greene
Al igual que la mayoría de los expertos en finanzas personales, Greene enfatiza la importancia de comenzar a ahorrar lo antes posible; idealmente, se sugiere desarrollar el hábito de gastar menos de lo que se gana desde los 20 a los 25 años, cuando la mayoría de las personas inician su carrera laboral.
Durante esos años, el objetivo principal es gastar como máximo el 75% del salario bruto anual y ahorrar el 25% restante. Aunque estas cifras pueden incluir contribuciones familiares o ahorros previos, lo más importante en esta etapa es acostumbrarse a ahorrar sistemáticamente una cuarta parte de los ingresos.
La primera meta parcial de este método es acumular ahorros equivalentes a un año de salario para cuando se llegue a los 30 años. A partir de ese punto, se recomienda mantener un ritmo de ahorro constante, teniendo en cuenta las posibles variaciones salariales que puedan surgir. Greene sugiere que cada cinco años de trabajo, una persona debe ahorrar el equivalente a un año de salario bruto, por lo que la forma de ahorro quedaría así:
- A los 35 años, se espera que el trabajador tenga ahorrado el doble de su salario anual.
- A los 40 años, los ahorros deben ser aproximadamente tres veces el salario anual.
- A los 45 años, se espera que los ahorros representen al menos cuatro veces el salario anual.
- A los 50 años, la meta es tener ahorrado el equivalente a cinco veces el salario anual bruto.