M. Hernández
En respuesta a la creciente ola de asaltos a camiones de carga en las carreteras, la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas (Amotac), anunció un paro nacional programado del 10 al 15 de febrero.
Esta decisión fue tomada tras una reunión celebrada entre el líder de la Amotac, Rafael Ortiz, y funcionarios de la Secretaría de Gobernación.
Reunión de la cuál comentaron que no se abordaron eficazmente el problema del incremento de robos.
Rafael Ortiz lamentó la ausencia del director de Seguridad y Carreteras de la Guardia Nacional (GN) y cualquier representante de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) en la reunión, en ese sentido, denunció la complicidad entre la GN y las mafias detrás de los robos, señalando casos donde uniformados resguardaban unidades hurtadas.
Por su parte, José Guadalupe Roldán Tello, delegado de carga de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram) en Puebla, alertó sobre 60 atracos semanales solo en esa entidad y acusó falta de disposición por parte de Gobernación para abordar la crisis.
Además, la demanda de retirar camiones de doble remolque, considerados peligrosos, fue rechazada por los funcionarios.
Ante la falta de respuesta gubernamental, Ortiz destacó que alrededor de 300 mil transportistas participarán en el paro nacional, asimismo, advirtió que en las elecciones de junio habrá un voto de castigo para Morena.
A quienes responsabilizan por la falta de resolución de problemas de seguridad, ya que en palabras de Rafael Ortiz, la presencia de miembros de otros partidos en el gobierno perpetúa malas prácticas y contribuye a la inseguridad persistente.
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