*Gracias al programa del Sedif, doña Isabel instaló su desayunador, lo que le ha permitido pasar tiempo de calidad con sus hijas
“Uno es tonto si no sabe aprovechar lo que te dan”. Esas fueron las palabras de doña Isabel López Herrera, beneficiaria del programa de apoyo a mujeres Jefas de Familia”, que el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (Sedif) puso en marcha para que cientos de mujeres consoliden proyectos productivos para transformar sus vidas y la de sus familias.
Originaria del municipio de Emiliano Zapata, doña Isabel se acercó a una plática que hizo el DIF municipal sobre este programa y aunque dudaba un poco, fue a mediados de diciembre que se le entregó un desayunador al que nombró “Antojitos Naomi”.
“Me entero por una invitación del DIF municipal que había un programa para madres solteras, por eso asistí a ver de qué se trataba, más que nada y allá nos explicaron; yo dije que sí, que quería probar y ver que era lo que nos podían dar”.
Ella no imaginó que este apoyo incluyera estufa, sartenes, horno de microondas, extractor, plancha para pan, licuadora, vajilla, mesa y un tanque de gas; todos totalmente gratuitos.
“Yo solo invertí para los alimentos, ahorita vendo, tortas, cuernitos, cocteles de fruta; así como me van pidiendo voy metiendo las cosas”.
Explicó que este programa no solo le ha traído beneficios económicos, sino mayor tiempo de calidad y calidez con sus hijas de 18 y siete años; anteriormente tenía dos trabajos para subsistir.
“Me ha ayudado a crecer en mi familia, yo vendia en la mañana y en la noche cosía y desde que me lo dieron solo me dedico a mi necogio. Aprovecho más, me salió mi negocio y ya no tengo para salir a trabajar a un taller”.
Al ver tantos beneficios, hizo una invitación a las mujeres, para que se acerquen a su DIF más cerca o bien al Sedif y conozcan de los programas a los que pueden acceder para mejorar sus condiciones de vivienda, salud y educación.
“Es una ayuda para mí muy buena, que se anoten y se acerquen; a la mejor dicen que es el tiempo pero no se compara con lo que nos dan, con lo que nos ayudan y es totalmente gratis, es algo que vamos a lo mejor vamos a perder un medio día o un día, pero no se compara con lo que vamos a tener. Siguen dando muchos programas pero luego dicen no es que el tiempo, pero hasta uno es tonto, en pocas palabras porque no saber aprovechar todo lo que nos pueden dar”.
La señora Isabel no duda en expresar su agradecimiento a la presidenta honorífica del Sedif, Mariana Espinosa de los Monteros Cuéllar, por su cercanía con las mujeres y madres solteras por todo lo que hace por el bienestar de ellas sus hijos.
“Estoy muy agradecida con el DIF, con el de Tlaxcala porque gracias Dios yo nunca tuve un sueño, a la mejor si de vender y tener algo, pero nunca me imaginé que fuera tanto. Y si estoy muy feliz, estoy muy contenta, porque ya de hoy, del tiempo para hoy, este más surtidito y espero seguir adelante y no bajar”.
PROGRAMA JEFAS DE FAMILIAS OFRECE MÁS DE UN BENEFICIO
*Gracias al programa del Sedif, doña Isabel instaló su desayunador, lo que le ha permitido pasar tiempo de calidad con sus hijas
“Uno es tonto si no sabe aprovechar lo que te dan”. Esas fueron las palabras de doña Isabel López Herrera, beneficiaria del programa de apoyo a mujeres Jefas de Familia”, que el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (Sedif) puso en marcha para que cientos de mujeres consoliden proyectos productivos para transformar sus vidas y la de sus familias.
Originaria del municipio de Emiliano Zapata, doña Isabel se acercó a una plática que hizo el DIF municipal sobre este programa y aunque dudaba un poco, fue a mediados de diciembre que se le entregó un desayunador al que nombró “Antojitos Naomi”.
“Me entero por una invitación del DIF municipal que había un programa para madres solteras, por eso asistí a ver de qué se trataba, más que nada y allá nos explicaron; yo dije que sí, que quería probar y ver que era lo que nos podían dar”.
Ella no imaginó que este apoyo incluyera estufa, sartenes, horno de microondas, extractor, plancha para pan, licuadora, vajilla, mesa y un tanque de gas; todos totalmente gratuitos.
“Yo solo invertí para los alimentos, ahorita vendo, tortas, cuernitos, cocteles de fruta; así como me van pidiendo voy metiendo las cosas”.
Explicó que este programa no solo le ha traído beneficios económicos, sino mayor tiempo de calidad y calidez con sus hijas de 18 y siete años; anteriormente tenía dos trabajos para subsistir.
“Me ha ayudado a crecer en mi familia, yo vendia en la mañana y en la noche cosía y desde que me lo dieron solo me dedico a mi necogio. Aprovecho más, me salió mi negocio y ya no tengo para salir a trabajar a un taller”.
Al ver tantos beneficios, hizo una invitación a las mujeres, para que se acerquen a su DIF más cerca o bien al Sedif y conozcan de los programas a los que pueden acceder para mejorar sus condiciones de vivienda, salud y educación.
“Es una ayuda para mí muy buena, que se anoten y se acerquen; a la mejor dicen que es el tiempo pero no se compara con lo que nos dan, con lo que nos ayudan y es totalmente gratis, es algo que vamos a lo mejor vamos a perder un medio día o un día, pero no se compara con lo que vamos a tener. Siguen dando muchos programas pero luego dicen no es que el tiempo, pero hasta uno es tonto, en pocas palabras porque no saber aprovechar todo lo que nos pueden dar”.
La señora Isabel no duda en expresar su agradecimiento a la presidenta honorífica del Sedif, Mariana Espinosa de los Monteros Cuéllar, por su cercanía con las mujeres y madres solteras por todo lo que hace por el bienestar de ellas sus hijos.
“Estoy muy agradecida con el DIF, con el de Tlaxcala porque gracias Dios yo nunca tuve un sueño, a la mejor si de vender y tener algo, pero nunca me imaginé que fuera tanto. Y si estoy muy feliz, estoy muy contenta, porque ya de hoy, del tiempo para hoy, este más surtidito y espero seguir adelante y no bajar”.
Su próxima meta es hacer crecer más su negocio hasta convertirlo en una cocina más formal para mejorar sus condiciones económicas y la calidad de vida de sus hijas.
Su próxima meta es hacer crecer más su negocio hasta convertirlo en una cocina más formal para mejorar sus condiciones económicas y la calidad de vida de sus hijas.