PLAZA TLAXCALA

LA POLÍTICA LABORAL Y EL COMBATE A LA POBREZA.

Lourdes Romero

Inicio mi comentario de esta semana observando que el gran reto de los gobiernos es abatir la pobreza.
Sus instituciones deben contribuir a la reducción de las carencias sociales para el logro de ese importante fin.
Construir una sociedad más pareja exige los esfuerzos de las dependencias gubernamentales para que más familias vivan en condiciones de bienestar.

Como todos sabemos, los programas sociales son uno de los principales medios de ayuda a favor de la población en situación de pobreza.

Los hay en materia de Salud, Educación, Alimentación y Vivienda. Y algunas otras estrategias se enfocan en la Seguridad social y el Ingreso de las personas.
En nuestro país, el CONEVAL, es decir, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, es el organismo encargado de medir la pobreza, y también, de evaluar los programas y las políticas sociales del Gobierno. Y hace unas semanas, publicó los últimos resultados relativos a la pobreza laboral, correspondientes al cuarto trimestre de 2023.

Este indicador es muy relevante, porque mide el porcentaje de la población con un ingreso laboral inferior al valor monetario de la canasta alimentaria. En otras palabras, se refiere a la condición de las personas cuando lo que ganan mediante su trabajo no es suficiente para alimentar a sus familias.

Ciertamente, las personas pueden atender sus carencias alimentarias a través de las remesas, las transferencias de apoyos económicos o los programas sociales alimentarios. Pero como dice el refrán: “Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día; enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida”.

Y este dicho resulta oportuno para ilustrar, precisamente, la importancia de la medición de la pobreza laboral, porque, el CONEVAL identificó que, entre el tercero y el cuarto trimestre del 2023 la población con un ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria bajó 2.5 puntos porcentuales, al pasar de 47.6% a 45.1%.

Este descenso indica, en términos generales, que más personas están en condiciones de cubrir las necesidades alimentarias básicas de su hogar con el salario o remuneración que obtienen de su trabajo. Quiere decir que sus ingresos se fortalecieron y les permitieron cubrir el costo de la canasta básica.

Los resultados del cuarto trimestre de 2023 resultan significativos, porque el porcentaje de la población con pobreza laboral, que ascendió a 45.1%, es la segunda más baja, no solamente en lo que va del actual gobierno estatal, sino desde el año 2010. Y también, porque es la cuarta diferencia porcentual más amplia, después de la de Tamaulipas (-3.9%), Sonora (-3.3%) y Jalisco (-2.6%).

Evidentemente, la política laboral en Tlaxcala está incidiendo en el combate a la pobreza, a la par de la política social que desarrollan las dependencias que operan programas sociales, porque las acciones de fomento del empleo formal y de mejora del salario laboral están permitiendo que más hogares superen la pobreza laboral que limita su bienestar.

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