Conahcyt y organizaciones realizaron el análisis de las recomendaciones para la Ciencia del Alto Atoyac



M. Hernández

El Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), mediante los Programas Nacionales Estratégicos: Agentes Tóxicos y Procesos Contaminantes (Pronaces ATPC), Agua (Pronaces Agua) y Salud (Pronaces Salud), en concurrencia con organizaciones de base social, iniciaron el webinario “Primer Informe Estratégico Cuenca del Alto Atoyac: análisis de recomendaciones y nuevos aportes”.

Este encuentro virtual, reúne a personas especialistas, analiza avances y recomendaciones del Primer Informe Estratégico Cuenca del Alto Atoyac, región de emergencia sanitaria y ambiental; problemática socioambiental y recomendaciones para su atención integral, concluido en octubre de 2023.

La cuál esta denominada como una región de emergencia sanitaria y ambiental (RESA), explicaron las y los expertos, es un espacio que presenta fuentes y procesos contaminantes concatenados que han provocado consecuencias graves en la salud de los habitantes.

En ese sentido, la Conahcyt ha identificado 30 RESA en México, siete de ellas son prioritarias, entre las que se encuentra la Cuenca del Alto Atoyac (CAA).

Esta cuenca, integrada por varios municipios de los estados de Puebla y Tlaxcala, concentra 79.5 por ciento de la población de Tlaxcala y 42 por ciento de Puebla, lo que resalta la urgencia de impulsar acciones de incidencia y recomendaciones para avanzar y consolidar el saneamiento de la región.

En las RESA, incluida la CAA, las comunidades han demandado durante décadas justicia socioambiental, mediante la atención adecuada y suficiente a las problemáticas asociadas a daños ambientales y sanitarios. Estas demandas han escalado hasta llegar a los tribunales éticos y comisiones internacionales sobre derechos humanos.

Uno de los argumentos usados en el pasado para invisibilizar las justas demandas de las comunidades afectadas en estas RESA, ha sido la falta de evidencia científica del efecto que tienen los procesos contaminantes sobre el deterioro de la salud.

El primer informe responde a este argumento con abundante evidencia objetiva y rigurosa sobre el vínculo contaminación–salud, suficiente para justificar su inmediata atención.

En la primera sesión del webinario, cuatro especialistas coincidieron en que el informe brinda sustento científico riguroso a los programas gubernamentales que proporcionan atención desde las instancias federal y estatales, así como a las acciones y demandas que las comunidades de la cuenca tengan a bien llevar a cabo.

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