Numerosos informes advierten sobre el posible impacto de la IA y la robótica en el empleo. Uno de los principales sería la desaparición de puestos de trabajo. Aunque las cifras varían, parece haber acuerdo en que se producirá una reducción significativa del empleo en algunas ocupaciones.
Entre otros muchos, citamos un informe reciente que cifra la destrucción neta de empleo para España en los próximos 10 años en 400 000 puestos de trabajo. De estos, más de 100 000 corresponderían al sector de la hostelería. El Fondo Monetario Internacional, por su parte, habla de que están expuestos a los riesgos de la IA un 40 % de los puestos a nivel mundial, aunque no concreta en qué medida esa exposición implica la desaparición de empleos.
Para el caso de EE. UU., un estudio de la consultora McKinsey estima que se perderán un 30 % de las horas de trabajo lo que, en el peor de los casos, podría implicar hasta un 30 % de puestos perdidos.
De forma más precisa, y en el ámbito de los hogares para personas mayores, un estudio realizado en 2021 encontró que el uso de robots incrementa el trabajo y mejora la retención de los trabajadores al permitir hacer contratos más flexibles, pero también hace que se reduzcan los salarios.
Empleo y turismo
El sector turístico es uno de los de mayor importancia en cuanto a empleo tanto a nivel mundial como en España, donde el 12,5 % del empleo depende del sector turístico, aunque con grandes variaciones entre comunidades autónomas.
En Canarias, por ejemplo, alcanza cifras cercanas al 40 %.
Históricamente, la tecnología ha automatizado el trabajo en el sector agrícola y el industrial. El economista austríaco Joseph Schumpeter explica la eliminación de estos puestos de trabajo con su teoría sobre la destrucción creativa del empleo que señala que si bien la tecnología destruye puestos de trabajo en un área, también genera otras actividades que crean nuevos puestos de trabajo.
La cuestión es determinar si en el caso de España y de regiones como Canarias cabe esperar la destrucción de empleos a causa de la IA. O si, por el contrario, puede producirse una situación similar a la de los 80 del siglo XX, cuando llegaron las tecnologías de la información. Si bien entonces se perdieron puestos de trabajo, se generaron otros al crearse nuevas profesiones e industrias.
Estudiar la microtarea
El análisis no debe hacerse a nivel de puesto de trabajo sino de tarea (e incluso de microtarea). La gran mayoría de los estudios hechos hasta ahora se han basado en los puestos de trabajo obviando que:
- Los puestos se componen de numerosas tareas que difieren en los comportamientos y habilidades que deben llevar a cabo los trabajadores.
- La tecnología normalmente se crea para automatizar tareas o actividades.
A fecha de hoy no hemos visto un robot que haga todas las tareas que hace un camarero. En cambio, sí que se pueden ver ya robots realizando la tarea de llevar los platos de la cocina a las mesas. Un restaurante o una cafetería que cuente con este tipo de robots sencillos no prescindirá de los camareros pero, probablemente, necesitará menos.
Automatización y tiempo de trabajo
Hay que tener en cuenta el tiempo de trabajo que implica la tarea o tareas que puedan llegar a ser automatizadas. Si estas consumen una gran parte del tiempo total de trabajo el riesgo de automatización será elevado. Es el caso de muchas de las tareas que antes realizaban los trabajadores en las oficinas de los bancos.
En España, entre 2010 y 2022, el número de oficinas de las entidades de crédito ha descendido un 59 % y los empleados de estas entidades un 39 %. Seguirán existiendo oficinas y personal en las mismas, pero menos, y principalmente para otros servicios.