Dos funcionarios de la Reserva Federal (Fed) dijeron ayer 20 de mayo, no estar todavía preparados para afirmar que las tendencias de la inflación se mueven de forma sostenible hacia el objetivo de 2% del banco central estadounidense, pese a que los datos de la semana pasada mostraron un alivio en las presiones de los precios al consumo en abril.

“Es demasiado pronto para saber si la reciente desaceleración del proceso desinflacionario será duradera (…) La lectura de abril es alentadora”, mencionó el vicepresidente de la Fed, Philip Jefferson, ante la conferencia de la Asociación de Banqueros Hipotecarios en Nueva York.

Por otro lado, en una intervención durante una conferencia celebrada por la Fed de Atlanta, Michael Barr, quien dirige la labor de regulación bancaria del banco central, declaró que “las lecturas de la inflación en el primer trimestre del año fueron decepcionantes (…) Estos resultados no me proporcionaron el aumento de confianza que quería para apoyar la relajación de la política monetaria”.

“Hay que dar más tiempo a nuestra política restrictiva para que continúe su trabajo”, agregó Barr, reforzando el mensaje general de la Fed de que los recortes de tasas, muy esperados por los mercados, se mantienen a la espera hasta que esté claro que la inflación se dirige a la meta.

Los datos de la semana pasada, que informaron que los precios al consumo subieron menos de lo previsto en abril y el gasto minorista no aumentó, proporcionaron algunas señales positivas de que la economía estaría perdiendo algo de fuelle.

Sin embargo, las autoridades a cargo de la política monetaria de la Fed, afectadas por una serie de cifras de inflación superiores a las previstas en los tres meses anteriores, mantienen la cautela y quieren asegurarse de que las presiones sobre los precios se encaminan hacia la meta antes de empezar a recortar su tasa de interés de referencia.