Minerva Hernández Ramos, candidata del PRIAN a la presidencia municipal de Tlaxcala, hace mutis.
No quiere abordar las revelaciones relacionadas con la gestión de Anabell Ávalos Zempoalteca, lo que ha suscitado un intenso debate político.
Este martes, en conferencia de prensa, habló de resolver problemas cruciales como el suministro de agua y la construcción de una ciudad inclusiva, pero optó por guardar silencio en torno al caso del no cobro de impuestos a una empresa constructora, por parte de Ávalos Zempoalteca, mientras ejercía como Presidenta Municipal de Tlaxcala.
Este silencio de la actual candidata a la alcaldía, plantea interrogantes sobre la postura y el compromiso del PRIAN con el combate a la opacidad.
La relación estrecha entre Hernández y Ávalos, evidenciada por haber llevado a cabo la coordinación de su campaña en las elecciones pasadas a la gubernatura, añade complejidad a este escenario político.
La falta de claridad de Hernández en cuanto a las implicaciones y la legalidad de estos acuerdos fiscales, en el marco de la Décima Sesión Ordinaria de Cabildo del 01 de marzo de 2018, ha generado críticas y desconfianza.
Los cuestionamientos sobre la legalidad de la exención de impuestos y la ubicación y uso del terreno donado hacen que la ciudadanía exija respuestas claras y acciones concretas para garantizar la transparencia y la rectitud en el manejo de los recursos municipales.