M. Hernández
Pese a los bombos y platillos con los que se anunció la firma de convenio entre el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), y el gobierno estatal para la reestructuración de la Coracyt, esta obedece a pésimas decisiones de su titular, Angélica Domínguez.
Como ejemplo de sus desaciertos, la más sonada fue la pérdida de una concesión de televisión, sino que también se concretó la entrega de una de las tres estaciones de radio estatal a un consorcio mediático privado.
Siendo necesario que el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, tuvo que dar indicaciones para intervenir en esta acción.
Sumado a que el mismo personal señala que desde su llegada a la Coracyt, la administración de Angélica Domínguez se ha caracterizado por la opacidad en el manejo de la información.
Esto se vió reflejado en los términos en que se otorgó la señal de Radio Altiplano a El Heraldo Media Group para que la explotara con fines de lucro, y no educativos ni culturales como tradicionalmente operaba.
Otro fracaso fue la repentina salida del aire en el canal de televisión 10.1, y aunque trascendió que fue por graves omisiones administrativas y legales para pagar y mantener su concesión, ni tampoco la caída de la señal de la radiodifusora XETT en marzo pasado, la versión oficial se atribuyó a la falta de mantenimiento adecuado del equipo de transmisión.
Sumando que a diferencia de los anteriores titulares de Coracyt, Angélica Domínguez no tiene la menor idea sobre como se labora en medios electrónicos, y de trayectoria en medios públicos.
Esto, fue dicho a su manera por el mismo Jenaro Villamil, encargado del despacho del Sistema Público de Radiodifusión (SPR), quién externó la preocupante falta de conocimiento de persona titular del sistema estatal de radio y televisión en Tlaxcala, durante su reciente visita a la entidad.
En sus declaraciones a medios de comunicación, aseguró que fue la desatención fue la llevó a la pérdida de la concesión de televisión del estado de Tlaxcala.
En consecuencia, el Ejecutivo recurrió a instancias federales, para recuperar la concesión del canal de televisión 10.1, así como desembolsar 100 millones de pesos para la “modernización” de la Coracyt.
Mientras tanto, Angélica Domínguez en lugar de atender sus responsabilidades, prefiere atender la grilla y a la tenebra política para sus intereses personales, como atacar a través de medios digitales al gabinete del gobierno en turno.
Dónde tampoco brilló por su gran labor, ya que la Confederación de Periodistas de México (COPREMAC), solicitó la destitución de Angélica Domínguez por abuso de poder, prepotencia y maltrato a los trabajadores de esta dependencia.
Este comportamiento se ve reflejado en la Coracyt, dónde trabajadores denunciaron en redes sociales manejos irregulares en la dependencia, entre ellos, el uso de recursos materiales y financieros para, presuntamente, apoyar la campaña del candidato a Senador, Sergio González Hernández.
Asimismo, la agrupación ‘Los Chicos Aventura’ acusó a la Coracyt de ser la responsable de la mala organización de su presentación en Radio Calpulalpan, durante la Feria de Calpulalpan, dónde además de los malos tratos, no recibieron su pago, por lo que decidieron cancelar su actuación.
Así es como Angélica Domínguez ha logrado casi dejar en la ruina a dos dependencias en menos de tres años, debido a su incompetencia, arrogancia y falta de preparación.