PLAZA TLAXCALA

SECRETARÍA DE LA MUJER
LOURDES ROMERO
Comienzo mi comentario de esta semana recordando que, hace unas semanas, la presidenta electa Claudia Sheinbaum anunció la creación de la Secretaría de las Mujeres.
Como sabemos, Citlalli Hernández, secretaria general de Morena, será su próxima titular, con el compromiso de no dejar a ninguna mujer desamparada frente a la desigualdad, la injusticia y la violencia.
La nueva dependencia federal sustituirá al Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), como resultado del análisis profundo realizado por la próxima mandataria federal, quien escuchó opiniones del sector, y determinó la importancia de esta decisión.
Es así como la primera mujer en llegar a la presidencia de México otorgará una posición en el Gabinete a las mujeres, como parte de un cambio en la estructura de la Administración Pública Federal.
Y este cambio promete mejores tiempos para las mujeres, porque expresa la clara intención de poner en el centro de las decisiones los derechos de las mujeres y la lucha para combatir y prevenir la violencia de género.
Con este antecedente, queda claro el interés de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros por alinear la política gubernamental de atención a las mujeres a nivel estatal con la federal para avanzar parejo en la construcción del segundo piso de la cuarta transformación.
Precisamente, el secretario de Gobierno, Luis Antonio Ramírez Hernández, fue quien adelantó que Tlaxcala contará con una Secretaría de la Mujer, como parte de las iniciativas preferentes que la titular del Ejecutivo estatal presentará al Congreso local para el nuevo periodo ordinario de sesiones.
Sin duda, la iniciativa de reforma a la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo puede considerarse una continuación de la reingeniería administrativa iniciada hace tres años por la entonces gobernadora electa, quien tuvo la visión de transformar el estado desde sus instituciones.
Es por ello que la conversión del Instituto Estatal de la Mujer en Secretaría es congruente con el trabajo que, durante la primera mitad del sexenio, se impulsó en favor de las mujeres, expresado en políticas concretas, como el diseño del presupuesto estatal con perspectiva de género, o que más del 60% de los programas gubernamentales sirvan directamente a las mujeres.
Hay una deuda histórica con las mujeres, y resulta importante que la actual administración estatal, encabezada por una mujer, conciba una institución con facultades plenas para atender a las niñas, adolescentes y mujeres, garantizando requerimientos de acceso a la justicia y servicios que brinden las bases para una igualdad sustantiva en la sociedad.
La segunda mitad del sexenio de Lorena Cuéllar se vislumbra con grandes oportunidades, especialmente para los sectores que, por largo tiempo, fueron marginados. Enhorabuena.

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