Plantea diputada de Morena que robo de maguey sea un delito y se castigue con prisión


* Gabriela Hernández propone equiparar el robo de maguey y productos agrícolas sea equiparable al robo de ganado
Al presentar una iniciativa de reforma al Código Penal para el Estado de Tlaxcala, la diputada morenista Gabriela Hernández Islas, propuso este jueves que el robo de maguey sea un delito en territorio estatal y que éste se castigue con penas de entre 3 y 15 años de prisión.
La legisladora del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) sostiene en su iniciativa que el hurto del maguey es un delito que provoca graves pérdidas económicas para los agricultores tlaxcaltecas y que esta conducta ilegal se aprovecha de la furtividad, nocturnidad y la falta de vigilancia.
Ante el Pleno de la Cámara de Diputados, Hernández Islas refirió que de las 16 denuncias que interpuso la Unión de Asociaciones de Productores de Maguey en Tlaxcala desde el año 2021, ninguna ha prosperado pese a que las conductas delictivas ponen en riesgo la única fuente y sustento de muchas familias productoras de la región.
En ese sentido, propone la redacción siguiente “a quien extraiga, utilice o comercialice del maguey o de cualquiera de sus especies la cutícula, Ixtle, agua miel, pulque, los chinicuiles, penca y cualquier derivado de esta planta, sin la autorización del propietario, comunero o ejidatario que tenga derecho sobre aquellos, se le impondrá una pena de 3 a 8 años de prisión y multa de 216 a 576 veces el valor de la unidad de medida y actualización, misma pena se impondrá a quien se apodere de productos desprendidos del suelo y dejados por necesidad en campo raso u otros lugares abiertos”.
Y agrega: “cuando el robo de productos derivados del maguey a que se refiere el presente artículo se cometa por la noche y en lugar cerrado destinado a la casa habitación, se aplicará prisión de 6 a 15 años y multa de 432 a 1, 080 veces el valor de la unidad de medida y actualización. Cuando la conducta descrita en este artículo se cometa abusando de la confianza del propietario, comunero o ejidatario que tenga derecho sobre el maguey y sus derivados, se aplicará la pena prevista en la fracción II del artículo 335 de este Código, incrementada en dos terceras”.
Incluso, la legisladora plantea que el robo de maguey y productos agrícolas sea equiparable al robo de ganado, dado que ambas actividades, la ganadera y la agrícola, están enclavadas en el sector primario, por lo que no resulta conflicto en que esta clase de delitos se tipifiquen en el mismo capítulo del Código Penal.
En su propuesta,  Hernández Islas, sostiene “que los productos agrícolas deberían tener la misma protección penal que el ganado, puesto que, por un principio lógico, no se entendería la aplicación de una política legislativa criminal diferente, pues ambos productos son igualmente relevantes en términos de cadenas productivas industriales, pero además porque, el robo de ambos productos, ocurre normalmente en similares condiciones, es decir, en predios y de manera furtiva aprovechándose de la falta de vigilancia”.
Además provoca que los productores desistan de cultivar la planta, lo que a su vez desemboca en la gradual extinción del maguey, pues su  plantación y el consumo del pulque, aunque siguen vigentes, es a menor escala, ya que tanto el maguey como el productor se enfrentan a una serie de embates, tales como la sustitución de las plantaciones de maguey por cultivos anuales como la cebada, pero una problemática mayúscula aqueja a aquellos productores de maguey a lo que se conoce como el fenómeno ilegal de los mixioteros.

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