AYOMETLA: OMISIONES E IRRESPONSABILIDAD
LOURDES ROMERO
Inicio mi comentario de esta semana subrayando que la seguridad es, en estos momentos, uno de los temas más sensibles y urgentes que exige la cooperación y coordinación entre autoridades de los tres niveles de gobierno.
Los esfuerzos para combatir la delincuencia requieren una colaboración estrecha entre municipios, estado y federación. No es la tarea exclusiva de un ámbito de gobierno.
Por esa razón llama mucho la atención lo que sucede en el municipio de Ayometla, cuyas autoridades son omisas e irresponsables al pasar por alto la importancia de cerra filas ante los eventos de inseguridad que trastocan las condiciones de paz social.
Datos oficiales revelaron que las autoridades de Ayometla son las que menos asisten a las mesas de coordinación de seguridad en toda la región Zacatelco, la cual está conformada por 27 municipios.
De septiembre a noviembre, se han realizado 56 reuniones de coordinación, de las cuales Ayometla ha asistido a tan solo 20. Esto representa un alarmante 36% de participación.
Lo más preocupante es que, en noviembre, de las 14 mesas realizadas, los representantes del municipio solamente han acudido a dos, ocupando así el último lugar en cuanto a asistencia en dicha región.
La escasa participación refleja el desinterés del alcalde y el ayuntamiento entero por responder a los problemas de seguridad que aquejan a su demarcación.
Y, evidentemente, esa clara negativa a colaborar en la estrategia regional de seguridad ha tenido ya un desafortunado impacto en la tranquilidad de la población, ya que explica situaciones como la presunta entrega de delincuentes, por parte de un supuesto grupo criminal, ocurrida hace unos días, un hecho que demuestra la incapacidad de la autoridad local para gestionar situaciones como esta.
Sin duda, el error de no participar en las mesas de seguridad va más allá de una mera cuestión administrativa: es la causa directa de sucesos de inseguridad que ahora afectan a los ciudadanos de Ayometla.
En otras palabras, la indiferencia de las autoridades municipales respecto al desarrollo de la estrategia de seguridad regional deja a la población en un estado de vulnerabilidad, lo que lleva a cuestionar los motivos por los que el gobierno municipal no participa activamente en los esfuerzos institucionales para generar ambientes seguros en su territorio.
Esta actitud, sin duda, socava la confianza de los ciudadanos en las autoridades locales que, al mantener una grave desconexión con las necesidades reales de su población, deterioran su liderazgo y credibilidad.