Claudia Orozco
Las posadas se han convertido en celebraciones prenavideñas, en ese sentido, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) realizó un sondeo de mercado y encontró que se encareció en un 20%.
Pasando de costar siete mil pesos el año pasado a ocho mil 400 promedio hoy, considerando un grupo de diez personas.
Siendo la cena el gasto de mayor costo en tres mil pesos, seguido de las bebidas con alcohol incluido dos mil 600, botanas mil pesos, decoraciones propias de la ocasión 700, velas y luces de bengala 600 y piñata llena de dulces 500.
A estos gastos habrá que sumar el del intercambio de regalo que no baja de 500 pesos y, por supuesto, el atuendo en caso de estrenar en el evento que puede implicar un gasto de entre tres mil y cinco mil pesos por pantalón, camisa y zapatos.
“El mundo pragmático del presente y el ahora cancela cada vez más al mundo de la fe y la esperanza, estamos cavado la tumba del porvenir y el ayer, la preocupación de vida de las nuevas generaciones se circunscribe a un presente asfixiante y frívolo. Recuperar la fe, la esperanza y el sueño de un futuro mejor es la cuna del idealismo, hoy herido de muerte por un materialismo hueco y sin sentido”, señaló Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
“La inflación mata la tradición y el factor económico se convierte en el principal lastre que agüita la participación de celebraciones como la posada, incluso muchas grandes empresas, por razones de austeridad, han ido disminuyendo el tamaño de la posada para sus trabajadores y otras incluso cancelado el evento. Cada vez son menos este tipo de convivencias sociales. De ahí que podamos afirmar que las posadas se encuentran en proceso de extinción”, concluyó Rivera.