P. Sánchez

La inseguridad en Apizaco se ha visto en ascenso y el presidente municipal Javier Rivera Bonilla, solo argumenta que frenará la delincuencia con estrategia.

Mientras que, en días pasados justificó que el rezago en materia de seguridad dado a conocer por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública en el estado (SESESP), es consecuencia de las administraciones anteriores, ello sin hacerse responsable de la realidad en la que vive y en lo que le toca como alcalde.

Según dijo, trabaja día con día en coordinación con la policía municipal, así como con la Secretaría de Marina (Semar), no obstante, los asaltos diarios, el robo de autopartes, el robo de automoviles y a casa-habitación, muestran la incompetencia de Javier Rivera y de su estrategia de seguridad.

Ante ello, la ciudadanía ha criticado los pésimos resultados del comandante José Ramón Jacques Mena, al frente de la Dirección de Seguridad municipal, pese a ser avalado por el Consejo Estatal de Seguridad, tras someterse a las evaluaciones de control y confianza, la realidad es que su trabajo es deficiente y la delincuencia opera con impunidad en Apizaco.

Heredada o no, la inseguridad en Apizaco tiene que ser frenada, argumentaron los pobladores, quienes reclaman diariamente a su presidente municipal atienda este problema y reoriente las acciones para cuidar a los apizaquenses y deje de desviar recursos humanos y unidades para vigilar las tiendas de su propiedad, los llamados Super Rivera.

Esta situación, ha generado desconfianza en su autoridad municipal, de ahí que los vecinos han pedido públicamente al gobierno del estado ponga atención en la inseguridad de Apizaco ya que su alcalde hace caso omiso al llamado de los ciudadanos.