El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, reconoció que, de aplicarse, la nueva medida de Trump tendría efectos “devastadores para la economía canadiense”.
Canadá “responderá a los aranceles injustos de varias maneras, y todavía estamos buscando las formas adecuadas de responder, pero nuestras respuestas a los aranceles injustos sobre el acero y el aluminio fueron las que terminaron levantando esos aranceles la última vez”, dijo en un discurso ante la Cámara de Comercio de Halifax, la capital de Nueva Escocia, en el este del país.
Se trata de las afirmaciones más contundentes del primer ministro desde que el republicano prometiera imponer un arancel del 25% a “todos” los productos procedentes de México y Canadá, aludiendo a los “migrantes ilegales” y el “crimen y las drogas” que, según declaró, cruzan la frontera.
Trudeau reconoció que, de aplicarse, la nueva medida de Trump tendría efectos “devastadores para la economía canadiense”. Pese a ello, advirtió, “una de las cosas más importantes que (deben) hacer es no entrar en pánico”, defendiendo en su lugar un enfoque reflexivo para llegar a un acuerdo con el próximo jefe de la Casa Blanca y evitar perjudicar a las dos economías.
En este sentido, ambos líderes trataron la cuestión en un encuentro posterior al anuncio de Trump, en el que aseguraron que trabajarán juntos para abordar problemas como la crisis del fentanilo, si bien el estadounidense no hizo mención al arancel.
El primer ministro insistió en que hay que tomarse en serio al magnate cuando amenaza con la imposición de aranceles, advirtiendo de que tratar con Trumo las cuestiones comerciales será “un poco más desafiante” ahora respecto a su primer mandato.
“Su enfoque será a menudo desafiar a la gente, desestabilizar a un socio negociador, ofrecer incertidumbre e incluso a veces un poco de caos en los pasillos bien establecidos de las democracias y las instituciones”, dijo Trudeau.