Con inseguridad, corrupción, omisión y complicidad, es como gobierna Azaín Ávalos en Apetatitlán



Claudia Orozco

La creciente ola de inseguridad en el municipio ha generado un clima de indignación y desesperanza entre los habitantes, quienes diariamente reportan robos violentos y atracos sin que la policía municipal actúe.

A lo que Azaín Ávalos Marbán, alcalde emanado del Partido Alianza Ciudadana (PAC), ha sido señalado no solo por su inacción ante la crisis de seguridad, sino también por presuntos actos de corrupción que involucran a elementos de su propia corporación policiaca.

A través de redes sociales, ciudadanos expresan su frustración por la incapacidad del gobierno municipal para enfrentar la delincuencia.

“Parece que hay un acuerdo con las bandas de robo de autopartes”, denuncian, al tiempo que narran episodios recurrentes donde vehículos son desvalijados sin que las autoridades intervengan.

La problemática ha llegado hasta el cabildo, donde regidores y presidentes de comunidad confrontaron al alcalde Ávalos Marbán por el deterioro de la seguridad pública, en una de las últimas sesiones, además de exigirle medidas concretas, exhibieron la corrupción dentro de la corporación policiaca, señalando directamente a un elemento identificado como Baltazar.

Mismo que precisaron, es integrante de la policía municipal desde administraciones pasadas, ha sido señalado repetidamente por presuntas extorsiones a conductores, quienes han llegado a pagar hasta 10 mil pesos para evitar ser detenidos.

En una ocasión, el elemento fue denunciado ante la Fiscalía Anticorrupción, pero fuentes cercanas al caso afirman que Baltazar se jactó de haber “arreglado” el asunto con un Policía de Investigación y de entregar parte del dinero al alcalde Ávalos Marbán como “cuota”.

Ante la falta de resultados en materia de seguridad y las denuncias de corrupción dentro de la corporación policiaca, el cabildo ha exigido al edil sancionar a los responsables.

Sin embargo, la pasividad del alcalde y la impunidad con la que operan los elementos señalados hacen temer que, lejos de solucionarse, la situación en Apetatitlán continuará agravándose.

Ante la falta de capacidad de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, la percepción ciudadana sobre su administración actualmente califica a la administración de Apetatitoán como un gobierno omiso e ineficiente.

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