HACIA LA IGUALDAD SUSTANTIVA
LOURDES ROMERO
Inicio mi comentario de esta semana reconociendo que el camino hacia una verdadera igualdad sustantiva en nuestro país requiere de la colaboración entre autoridades y de la participación de la ciudadanía. No hay más. Sin esa colaboración y sin esa participación, el camino será largo.
Sin embargo, en Tlaxcala se dan pasos que sugieren que el compromiso de transformar la realidad de las mujeres toma ritmo. Y un ejemplo inmediato de ello es la labor coordinada, entre la administración que encabeza la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros y la legislatura que integran las y los actuales diputados del Congreso local, que permitió la aprobación y entrada en vigor de dos iniciativas que, en esencia, buscan garantizar un entorno libre de violencia para las mujeres y fomentar la equidad en todos los ámbitos de la vida pública.
La primera es la creación de la Fiscalía Especializada en la Investigación de los Delitos en Materia de Violencia de Género, como resultado de la reforma publicada el 7 de febrero en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado. Su reciente inauguración, en las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia del Estado, es una respuesta a la lucha contra la violencia de género en la entidad, que ahora cuenta con una instancia encargada de proporcionar una respuesta más ágil, eficiente y sensible a las víctimas, lo que es fundamental en un contexto en el que la impunidad ha sido uno de los principales obstáculos para la justicia a favor de las mujeres y sus familias.
La segunda es la promulgación de la Ley de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres, publicada el 11 de febrero, mediante la cual se busca garantizar que las políticas gubernamentales promuevan la igualdad de género, no solamente de manera formal, sino en términos prácticos, pues parte de la premisa de eliminar cualquier forma de discriminación por razón de género, además de impulsar el empoderamiento económico, social y político de las mujeres.
Para la sociedad tlaxcalteca, resulta positivo que el trabajo coordinado entre los poderes Ejecutivo y Legislativo favorezca el reconocimiento y la protección de los derechos de las mujeres, para que éstos sean respetados de manera efectiva. Ciertamente, el compromiso con la justicia y la igualdad de género no únicamente debe quedar en papel, sino dar lugar a una implementación eficaz de acciones que incidan en la construcción de un entorno más igualitario para las mujeres.
En lo personal, considero que las propuestas de la gobernadora Cuéllar reflejan que hay una lucha viva en Tlaxcala, pero también sensibilidad para traducirla en hechos, en pasos firmes en ese camino hacia la igualdad sustantiva.
Como ciudadana, reconozco que estas reformas nos aproximan más a un ideal normativo, pero como mujer, estimo que se está escuchando el llamado de muchas de nosotras, que anhelamos vivir en un Tlaxcala libre de violencia y con acceso a las mismas oportunidades que los hombres.
Confío en que esa colaboración interinstitucional no sea una moda del momento, a propósito de la conmemoración del próximo 8M, sino una condición permanente que siga dando frutos concretos, principalmente, en términos de política de gobierno.
Creo que vale la pena aceptar que hay avances, pero también desafíos. Al final, lo más importantes, es comprender que la verdadera transformación vendrá de un cambio cultural y estructural, en el que autoridades y ciudadanía jugamos un papel fundamental para conseguir que las mujeres tlaxcaltecas tengan un acceso real y efectivo a la justicia, y dejen de enfrentar discriminación en cualquier esfera social.