EL RESPALDO POLÍTICO DE LA PRESIDENTA

LOURDES ROMERO
Comienzo mi comentario de esta semana destacando el respaldo político que, el pasado sábado, la presidenta Claudia Sheinbaum dio públicamente a la gobernadora Lorena Cuéllar durante su gira de trabajo por la entidad.
Ante miles de asistentes, la mandataria federal elogió su trabajo y sus logros, lo cual, sin duda, generó reacciones en la clase política local.
Otra vez quedó claro que la mandataria estatal es la máxima figura de autoridad política en Tlaxcala, al contar con la aprobación de la mayoría ciudadana y con el apoyo de la titular del Ejecutivo federal. Y ese apoyo, no se vio expresado únicamente en elogios, sino también en compromisos para lo que resta de su sexenio.
Por una parte, la Presidenta de México ratificó el anuncio de la inversión de mil 500 millones de pesos para el saneamiento de los ríos Atoyac y Zahuapan. Este año se destinarán los primeros 400 millones para la rehabilitación de plantas y la construcción de colectores desde el municipio de Tlaxco.
Asimismo, se reiteró que, en breve, iniciará la construcción del distribuidor vial en Santa Ana Chiautempan, que resolverá un importante problema de flujo vehicular en una de las principales vías de comunicación en la entidad.
Y se confirmó la creación del campus de la Universidad Nacional Rosario Castellanos en San Luis Teolocholco, con una primera generación de 2 mil estudiantes; y del campus del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en el estado, institución que, dicho sea de paso, está involucrada en el desarrollo de proyectos regionales, como el del saneamiento del río Atoyac.
Tlaxcala demostró que, a pesar de sus limitaciones, es capaz de aportar al progreso del país, al generar un modelo para la operación de plantas de tratamiento.
El mérito de ello es, precisamente, que atiende uno de los problemas asociados a la contaminación de los ríos y cuerpos de agua, pues recordemos que es responsabilidad de los municipios el saneamiento de las aguas residuales. Y a pesar de que, con el tiempo, fueron creando plantas de tratamiento, muchas de ellas quedaron en abandono porque los ayuntamientos carecían de los recursos suficientes para operarlas.
En Tlaxcala, dicho modelo se materializó en la Planta de Tratamiento Intermunicipal de Chimalpa, en el municipio capitalino, donde el gobierno estatal asumió su operación, e introdujo tecnología sustentable, como lo son los humedales, para optimizar la limpieza hídrica y lograr el aprovechamiento del agua tratada para riego de campos y parques.
Pero no solo eso: también impulsó una nueva cultura de cuidado del agua, con la Sala Inmersiva del Agua y el Eco-Parque “Federico Silva”, obras enfocadas a la educación ambiental y a la concientización social.
Para Claudia Sheinbaum, quien no solo es política sino también científica, resultó factible replicar el modelo implementado por el gobierno de Lorena Cuéllar. Y para Alicia Bárcena Ibarra, quien antes que Secretaria federal de Medio Ambiente es académica y bióloga, la Planta de Chimalpa resultó un ejemplo para el resto del país, así como la punta de lanza de la Política Ecológica Humanista de la presidenta Sheinbaum.
En conclusión, lo sucedido el pasado 22 de marzo no únicamente fue un espaldarazo político, sino la reafirmación del liderazgo de la gobernadora de Tlaxcala, quien, con proyectos bien fundamentados, establece bases para un desarrollo integral que le sirve, no solamente al estado, sino al país.