M. Hernández
A pesar de que la SEPE-USET ha sido víctima de robos en dos ocasiones en menos de un mes, el secretario de Educación Pública de Tlaxcala, Homero Meneses Hernández, evitó profundizar en el tema y restó importancia a las implicaciones del delito.
Aunque calificó el hecho como algo triste, se limitó a decir que las cámaras de seguridad funcionaron y que la Fiscalía investiga, sin ofrecer detalles ni comprometerse con acciones concretas para evitar nuevos atracos.
Meneses Hernández rechazó las versiones que sugieren que los robos podrían ser utilizados como argumento para vigilar al personal con más cámaras, pero admitió que es necesario reforzar la seguridad.
Sin embargo, su postura deja dudas sobre qué medidas tomará realmente la Secretaría para evitar que estos incidentes sigan ocurriendo, especialmente cuando hay sospechas de que empleados de la misma dependencia podrían estar involucrados.
Mientras el secretario mantiene un discurso ambiguo sobre el problema, la realidad es que la SEPE-USET se ha convertido en un blanco fácil para la delincuencia.
Lejos de garantizar soluciones o asumir responsabilidad, su respuesta parece centrarse en minimizar la gravedad del asunto, dejando en el aire si habrá consecuencias reales o si la impunidad seguirá siendo la constante dentro de la dependencia.
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