M. Hernández
Durante la misa crismal de Jueves Santo, el obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, convocó al pueblo católico a sumarse a la conmemoración de los 500 años de la fundación de la Diócesis de Tlaxcala, la primera en América Latina.
Invitó a vivir esta celebración del 2025 al 2029 con generosidad, valentía y creatividad, recordando los orígenes del cristianismo en México, como el martirio de los Santos Niños Mártires, la llegada de los franciscanos y las apariciones de la Virgen de Ocotlán.
Ante decenas de presbíteros reunidos en la Catedral, Salcedo Aquino los exhortó a renovar con alegría su vocación y a no dejarse vencer por el aislamiento, ya que su labor pastoral está llamada a santificar y transformar, siguiendo el ejemplo de Cristo.
También recordó que Tlaxcala fue elegida como sede episcopal por decisión de la corona española en 1525, abarcando en ese entonces varias regiones del país.
El obispo pidió mirar con gratitud al pasado, vivir con pasión el presente y abrirse al futuro con esperanza, en preparación al Jubileo Guadalupano de 2031 y al aniversario 2000 de la Redención en 2033.
Reconoció y agradeció a los sacerdotes por su entrega a pesar de la incomprensión y el escaso reconocimiento, e hizo un llamado a fortalecer su misión desde la fraternidad sacerdotal.