Redacción
Los impactos cósmicos de asteroides alteran el medio ambiente y proporcionan pistas a través de los elementos que dejan atrás. Ahora, unos investigadores de la Universidad de Tsukuba han vinculado elementos que enriquecen las arcillas del límite Cretácico-Paleógeno (KPg) de Stevns Klint, Dinamarca, al impacto del asteroide que produjo el cráter Chicxulub en la Península de Yucatán, México. Ello corresponde a una de las cinco grandes extinciones masivas conocidas, y que ocurrió en el límite KPg al final del Cretáceo, hace 66 millones de años. Los hallazgos proporcionan una mejor comprensión de qué procesos conducen al enriquecimiento de este tipo de elementos, información que puede aplicarse también a otros eventos de límites geológicos.
En un estudio publicado en el Boletín de la Sociedad Geológica de América, los investigadores analizaron las concentraciones de ciertos elementos dentro de las arcillas del límite KPg – como el cobre, la plata y el plomo – para determinar qué procesos condujeron al enriquecimiento de elementos después del impacto del asteroide del final del Cretáceo. Se encontraron dos componentes enriquecidos en la capa límite, cada uno con distintas composiciones de elementos. Uno de los componentes estaba incorporado en la pirita (FeS2), mientras que el otro componente no estaba relacionado con la pirita.
“Dado que los enriquecimientos de elementos en estos dos componentes de la arcilla del límite fueron acompañados de enriquecimientos de iridio”, dice el primer autor, el profesor Teruyuki Maruoka, “ambos componentes podrían haber sido inducidos por procesos relacionados con el impacto del asteroide”.
Los óxidos/hidróxidos de hierro actuaron como una fase portadora que suministró elementos calcófilos (elementos concentrados en minerales sulfurosos) a las arcillas del límite KPg en el fondo del mar. La nube de vapor del impacto del asteroide produjo óxidos/hidróxidos de hierro, que podrían haber transportado elementos calcófilos en los océanos y haber sido la fuente de hierro en los granos de pirita que contenían elementos calcófilos.

(Foto: Pixabay)
“Estos podrían haberse incorporado a la pirita como impurezas”, explica el Profesor Maruoka. “Además, tanto los óxidos/hidróxidos de hierro como los elementos calcófilos podrían haber sido liberados al medio ambiente desde las rocas que fueron golpeadas por el impacto del asteroide”.
Además, la materia orgánica de los océanos podría haber acumulado cobre y plata. Como tal materia se degradó en el fondo del mar, podría haber liberado estos elementos, que luego formaron granos enriquecidos de cobre o plata en las arcillas del límite KPg. Esto, a su vez, puede haber llevado a la formación de granos discretos que difieren de la pirita. La lluvia ácida que se produjo después del impacto del asteroide del final del Cretácico podría haber suministrado elementos como cobre, plata y plomo al océano, ya que estos elementos son los típicos constituyentes de los sulfuros solubles en ácido y se enriquecieron en el segundo componente calcófilo no relacionado con la pirita.
Se espera que estos hallazgos proporcionen más vías para aumentar nuestra comprensión de los acontecimientos en torno al impacto del final del Cretáceo, y potencialmente otros acontecimientos límite importantes.
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