Redacción
El talón de Aquiles de México, al igual que el resto de los países de América Latina y el Caribe, sigue siendo el mercado laboral informal, señaló el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Sin embargo, este problema estructural se agudiza en tiempos de crisis, como el que vivimos con la pandemia por Covid-19, porque los primeros afectados son los trabajadores informales, advirtió.
“La informalidad estructural en la región es un talón de Aquiles, porque en el momento en que vivimos crisis y shocks externos cae inmediatamente en condiciones de pobreza”, dijo el vicepresidente de Países del organismo, Alexandre Meira da Rosa.
Explicó que ese segmento de la población, que representa 60% del total de personas ocupadas, es el más afectado porque no tienen ningún tipo de protección formal.
Al hablar sobre el reporte América Latina y el Caribe PostCovid-19: Retos y Oportunidades para países de Centroamérica, Haití, México, Panamá y República Dominicana, publicado por el BID, se refirió al tema de la informalidad como uno de los mayores retos.
En el informe se pone de manifiesto que si bien cada país ha respondido de manera diferente a esta crisis, aún no se resuelven los problemas de largo plazo como la informalidad y la baja productividad laboral y empresarial que caracterizan a la región.
Meira da Rosa ponderó la urgencia de atacar la informalidad estructural de manera positiva, pero también construir redes de protección social más amplias para blindar a estos trabajadores.
Esto es una de las tres lecciones que nos está dando la crisis económica provocada por la pandemia, apuntó el funcionario.
La primera que mencionó es la fiscal, ya que se está enfrentando el reto sanitario con una posición financiera frágil en toda la región.
“Nos dejó una lección de la importancia de resiliencia fiscal para mantener una posición más sólida y capacidad de respuesta”.
Otra es la cobertura adecuada en los sistemas de salud y que haya una coordinación idónea con el sector privado.
Meira da Rosa manifestó que la recuperación de las economías va a pasar necesariamente por escenarios como la consolidación de las acciones del fortalecimiento de los sistemas de salud y los de protección social.
Lo anterior cobra relevancia ante una región con una gran informalidad, reiteró.
“Vemos que esos mecanismos se deben consolidar de manera mucho más focalizada. Las poblaciones van a demandar servicios de salud a partir de ahora con una mayor cobertura y de más calidad”.
Hacia delante, dijo que se tendrá que pensar en hacer reformas, quizá la más importante será la mejoría de los sistemas de salud y sistemas de protección social.
Todos los países, incluido México, deberán revisar profundamente las deficiencias en la calidad del gasto en la prestación de servicios en los sistemas de salud y la tecnología, abundó.
Para el caso de México, Meira da Rosa consideró que tiene espacio importante para aumentar la recaudación sobre patrimonio e introducir reformas fiscales que mejoren la entidad fiscal.
Sin embargo, cualquier cambio debe ir encaminado a facilitar la inversión privada y la verde.