El presunto espionaje realizado por el gobierno mexicano contra la organización encargada de investigar el caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, Guerrero, es “extremadamente preocupante”, aseguró ayer Francisco Eguiguren, presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“Las denuncias son extremadamente preocupantes, en particular la información presentada por miembros del GIEI de que también habrían sido espiados”, indicó Eguiguren.
Agregó que “se debe realizar una investigación con todas las garantías de independencia e imparcialidad, que establezca las responsabilidades tanto materiales como intelectuales de las supuestas acciones de espionaje”.
Un análisis de la Universidad de Toronto reveló ayer que los expertos enviados a México por la CIDH para investigar la desaparición de los normalistas fueron objeto de espionaje a través del sistema Pegasus, adquirido por el gobierno mexicano.
Según el informe, 19 expertos recibieron en un teléfono mensajes de texto con software de espionaje fabricado por la empresa israelí NSO Group, que se vende sólo a gobiernos para combatir a grupos terroristas y criminales.
Entre los afectados figuran abogados, políticos, periodistas, activistas, científicos, defensores de la salud pública, agentes gubernamentales y sus familias. Según el análisis de la Universidad de Toronto, el espionaje ocurrió en marzo de 2016, luego de que el grupo criticara al gobierno mexicano por “interferir en su investigación”.
Asecho por los 43. Organizaciones que forman el colectivo #GobiernoEspía alertaron sobre las posibles violaciones al derecho internacional por parte del gobierno mexicano, luego de que el periódico estadounidense The New York Timesconfirmó el uso del malware espía contra miembros del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), encargados de ampliar las investigaciones por la desaparición de los 43 estudiantes normalistas en Iguala.
El colectivo expresó que la publicación de ayer en el NYT confirma el uso de Pegasus para espiar no sólo a activistas, defensores de derechos humanos y periodistas, sino también a integrantes del mecanismo internacional asignados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Los firmantes exigieron que las investigaciones sobre el uso de Pegasus, malware utilizado para ingresar a toda la información de un teléfono inteligente y de venta exclusiva a gobiernos, se realicen a nivel internacional.
Destacaron que el Citizen Lab, laboratorio canadiense que ha investigado las intrusiones o intentos de intrusión del software a través de mensajes de texto, confirmó que integrantes del GIEI recibieron esos mensajes sospechosos.
“El espionaje en su contra podría tener graves implicaciones en términos de derecho internacional y refuerza la necesidad de un panel internacional que supervise la indagatoria, como lo han señalado los propios integrantes de la CIDH”, destacó el comunicado.
El grupo exigió a las autoridades generar mecanismos que garanticen la independencia de las investigaciones, como sería un panel de expertos independientes, en el que participen mecanismos internacionales de derechos humanos.
También solicitaron que se transparenten todos los contratos y los documentos relacionados con el proceso de contratación de la tecnología Pegasus por parte de todas las dependencias que pudieron haber solicitado este servicio de espionaje.
Los denunciantes reiteraron su disposición para colaborar con la investigación. Las organizaciones que firman el documento son Centro Prodh, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, y Artículo 19.
Ayer, el NYT publicó un informe donde se confirma que el spyware Pegasus fue utilizado para acceder a la información de los teléfonos del GIEI durante su estancia en México.
Este grupo de especialistas fue asignado para realizar indagatorias sobre los hechos ocurridos el 26 de septiembre de 2014, cuando desaparecieron 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos.
La evidencia recabada por el equipo del diario de Estados Unidos señala que el principal enlace del GIEI recibió mensajes de texto con un hipervínculo que escondía el programa Pegasus, herramienta que permite monitorear las llamadas, correos, mensajes de texto, calendarios, contactos, la cámara y el micrófono del usuario que accede a la liga.