IVÁN, DE “NIÑO PROBLEMA” A MEDALLISTA EN LONDRES 2012

Iván no recuerda qué edad tenía cuando le detectaron el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Para él la vida siempre fue normal, era un niño de buenas calificaciones, sólo tenía algunos líos cuando terminaba pronto las actividades y se ponía a “vagar” por el salón de clases.

Llegó el momento de ir al médico, tomar medicinas y practicar un deporte como terapia.

“Recuerdo que lloraba y le decía a mis papás ‘no necesito eso, no estoy loco, no estoy tonto; al contrario, soy más listo que mis compañeros’, pero lo hacíamos porque era necesario. De cualquier forma siento que nunca me sirvieron las pastillas… desde que nací estoy bien y me siento bien”, afirma.

Para agotar toda la energía contenida en él, sus padres lo iniciaron en la natación cuando tenía siete años, sin pensar que gracias a esa actividad, Iván llegaría a ganar la plata en los Juegos Olímpicos de Londres, en 2012, y sería, junto con su compañero Germán Sánchez un gran orgullo para miles de mexicanos.

“Es algo de lo que me siento orgulloso, porque lo que hemos ganado, muchas personas a mi lado y yo, mi familia, mi entrenador y mi compañero Germán; lo hemos logrado desde abajo, nunca nadie nos regaló nada”, explica.

Detalla que se inició en los clavados como parte de la terapia por la hiperactividad. “Ya no me aguantaban en la escuela, y le dijeron a mis papás que la condición para mantenerme ahí era que me metieran a un deporte, y así le hicimos, pero nunca me cansé, al contrario llegaba más prendido”, recuerda.

En las clases, “mientras los demás apenas estaban carburando”, Iván ya tenía el ejercicio resuelto y tiempo le sobraba para ponerse a hacer más cosas, que no siempre eran del agrado de los maestros. “Entendía muy rápido, terminaba mis trabajos y tenía mucho tiempo libre, entonces empezaba a hacer ‘vagancias’”.

A sus 23 años, Iván García estudia Administración de Empresas en la Universidad del Valle de México, campus Guadalajara; espera a su primera hija, junto a su novia, la también clavadista y campeona olímpica Paola Espinosa.

“Aparte de hermosa, es muy centrada, me apoya mucho con el entrenamiento y la escuela. Es algo muy hermoso lo que estamos viviendo, creo que no tiene comparación con todas las medallas que hemos ganado ella y yo”, añade.

A los niños que padecen el trastorno, Iván les sugiere que sean felices, que disfruten su vida, “y si ya tienen hiperactividad, qué bueno, porque tienen energía de sobra para hacer lo que quieran y más. Son niños completamente sanos y, tienen muchas posibilidades de aprender cosas nuevas”.

A los padres de niños que padecen el TDAH les pide no preocuparse y buscar la manera de canalizar toda la energía de sus hijos en algo positivo. “Ya sea en estudios, en algún deporte, tocando algún instrumento, en baile, en canto, ¡en lo que quieran!”.

“La gente se asusta cuando se habla de un trastorno, pero al contrario, la mayoría de los niños que lo padecen son personas, deportistas y artistas de muy alto nivel”, asevera.

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