El presidente Donald Trump insistió en su campaña de presión a Corea del Norte, advirtiendo que si el régimen “hiciera algo” a Estados Unidos o a un aliado estadounidense, “les pasarán cosas como nunca pensaron que fuera posible”.
Trump redobló su amenaza del martes de “fuego y furia” contra Corea del Norte, diciendo a los periodistas que quizás sus palabras “no fueron lo suficientemente duras”.
Habló con reporteros después de un almuerzo con el vicepresidente, Mike Pence, en Bedminster, Nueva Jersey; ambos estuvieron acompañados por el consejero de Seguridad Nacional H.R. McMaster.
Las últimas declaraciones de Trump tras varios días de intensos intercambios retóricos entre EU y Corea del Norte provocaron, en parte, un voto unánime el sábado por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para imponer nuevas sanciones contra el régimen de Kim Jong Un.
Corea del Norte respondió a la advertencia de Trump de “fuego y furia” sobre la nación aislada, describiendo un plan detallado para lanzar cuatro misiles balísticos de rango intermedio Hwasong-12 hacia el territorio estadounidense de Guam. La isla del Pacífico alberga una base naval y un campo de aviación estratégicos de EU.
Corea del Sur y Japón advirtieron de una fuerte respuesta si Corea del Norte lanza los misiles, que pasarían por el sudoeste de Japón en una trayectoria hacia Guam. El secretario de Defensa de EU, James Mattis, dijo que el ejército tiene opciones disponibles y que Corea del Norte “debe dejar de considerar acciones que llevarían al fin de su régimen y a la destrucción de su pueblo”.
El impasse ha sacudido el mercado financiero mundial. El índice S&P 500 cayó 1.1 por ciento en la madrugada en Nueva York, la mayor caída desde el 29 de junio, y el Índice de Volatilidad CBOE alcanzó su mayor nivel desde mayo. El oro, un activo refugio, subió 0.5 por ciento a mil 283.28 la onza, su alza más fuerte en dos meses.