- Uniformados y patrulla en que viajaban, resultaron afectados tras percance de tránsito
Sergio Espinoza
En las primeras horas de este jueves, paramédicos y efectivos policíacos de San Cosme Xaloztoc, atendieron el accidente de tránsito que involucró a una patrulla y dos oficiales adscritos a la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) de Terrenate en Tlaxcala.
Según fuentes consultadas, el patrullero Demetrio Sánchez y su escolta Juan Santiago, minutos después de las 01:00 horas, al realizar su labor de seguridad en la comunidad de Nicolás Bravo, a la altura de la Capilla de San Isidro (cerca de Velasco) volcaron la unidad oficial.
Hecho que movilizó a los cuerpos de rescate y seguridad de Xaloztoc y Terrenate, quienes al llegar ubicaron la unidad Chevrolet tipo Tornado balizada con imagen de patrulla de Terrenate, la que tras el percance, fue abandonada junto con el copiloto (lesionado en una de sus extremidades) por el patrullero.
Quién minutos más tarde fue asegurado cerca de Texmolac, siendo atendidos los dos uniformados y remitidos a la Dirección de Policía de Xaloztoc, hasta donde llegaron primero Bernardo Fernández el jefe de policía de Terrenate, quien pidió la “atención” solicitud que inicialmente fue denegada, entonces Felipe Fernández Romero el alcalde se hizo presente y logró resolver la “eventualidad” que enfrentaban.
Entonces fue que Demérito y Juan junto con la patrulla averiada fueron trasladados a su comuna de adscripción, donde se resolvió -de manera interna- el que la Tornado sería llevada a un lugar para ser reparada, en tanto que los policía heridos recibieron la indicación de retirarse a su domicilio para recuperarse de las lesiones y la resaca.
Ya que los informantes aseguraron que el servidores públicos tenían aliento alcohólico, además de que al revisar el interior de la patrulla se pudo observar la presencia de varias latas vacías de bebidas embriagantes.
Para tratar que el vergonzoso hecho no trascendiera, el jefe policíaco de Terrenate (quien se dice es familiar del señor alcalde Felipe Fernández), exigió a los demás uniformados entregar los equipos celulares de su propiedad a los demás uniformados, a los que tras el análisis, les borraron todas las imágenes de lo recién acontecido.
Intentando así ocultar cualquier indicio del incidente etílico que acababan de protagonizar los elementos municipales de Terrenate, desconociéndose si el patrullero de la unidad ya se ha hecho presente o de plano desertó para evadir su responsabilidad.