- Opiniones divididas deja la capea más grande del mundo
Sergio Espinoza – Foto (tauropasion.com)
Saldo de al menos seis lesionados entre ellos uno (delicado) por asta de toro, deja la versión 63 de la Huamantlada, que es la capea más grande del mundo, que a pesar de las restricciones registró una gran afluencia de asistentes, quienes atestiguaron el salto de los maletillas a los circuitos quienes con sus pases arrancaron aplausos, vítores y olés.
Quienes a partir de las 10:30 horas se aprestaron a disfrutar de uno de los eventos más fuerte de la Feria Huamantla 2017, el cual dio inicio de manera puntual al sonido del “martinazo”, dando así paso a las incidencias que al no registrarse alto consumo de bebidas embriagantes fueron escasas.
Durante la huamantlada que tuvo una duración de una hora, los paramédicos atendieron algunos hombres de distintas edades que fueron revolcados por los 17 astados que -menos uno- contaron con buena presencia.
Al filo del mediodía, se dio la instrucción de que los animales fueran arreados hasta la Plaza de Toros “La Taurina” ‘Fernando de los Reyes El Callao’, acción que por momentos se tornó complicada y hasta peligrosa.
Ya que los encargados de llevarlos y concentrarlos en los corrales del mencionado coso, mostraron ciertas deficiencias a grado tal que los bureles evitaron mediante escabullidas (acompañadas de pitos de los asistentes) a los operadores de los montacargas que no pudieron con la labor.
Así la situación se extendió por una hora y media aproximadamente, hasta que los vaqueros decidieron lazarlos y colocarlos en los cajones, registrándose un momento crítico cuando uno de los toros desarmo el cajón y envistió a un puñado de personas que salieron por los aires.
Ya para las 13:30 horas las labores continuaban, esto entre improperios y agresiones mediante el lanzamiento de objetos hacia los miembros de la Peña Taurina que retiraban a los toros, y se daba a conocer el saldo ya mencionado, donde nativos de ese Pueblo Mágico y del Estado de México, daban la nota por las lesiones no graves.
Reconocer que en esta edición, se logró en un porcentaje considerable disminuir la venta indiscriminada de alcohol y conatos de bronca; que permitió que la fiesta que este agosto cumpla 63 años de vida se desarrollara en buenos términos.
Tan luego culminó la capea, se comenzó con la desinstalación de las estructuras de los burladeros, obligando a los enfiestados a retirarse y continuar en otro lado.
