No hay fuerza que saque a Antonio Lozano de la presidencia de la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo (FMAA), al menos hasta 2018.
A pesar de Resolución Definitiva de la Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte (CAAD), que marcó como “nula e ilegal” la Asamblea General Efectiva en la que fue reelecto, el 28 de septiembre de 2014 —para el periodo de 2014-18—.
La Resolución Definitiva permitió que se llevara a cabo una Asamblea Extraordinaria para elegir a un nuevo presidente, donde Israel Benítez fue electo.
Sin embargo, Lozano insistió lo contrario. “Soy el presidente por derecho”, contestó en entrevista con este diario, durante una reunión con los asociados.
“Hay un procedimiento para llegar a ser presidente. Emana de una asamblea convocada legalmente y por los asociados. No tengo por qué considerarme o dejar de considerarme presidente. Hubo una asamblea de elección en 2014, ese consejo está reconocido por la IAAF (Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo, por sus siglas en inglés) y por el presidente de la Federación Internacional”, agregó.
Lozano presentó una carta, firmada por Helen Delany, directora de Relaciones Internacionales de la Federación Internacional, donde la organización lo reconoce como presidente, fechada el 22 de agosto del presente año.
Lozano insistió que existen “procedimientos para poder detener una acción y no permitir una injerencia en el seno de una asociación civil, eso es ley”.
Israel Benítez argumentó que Antonio tiene la intención de modificar los estatutos para mantenerse como presidente.
“Es un acto desesperado para quedarse más años”, dijo vía telefónica.