Rogelio Sánchez

Derivado de las constantes fallas que ha cometido el Ayuntamiento de Chiautempan al mando de Gustavo Jiménez Romero, ciudadanos esperaban con ansias escuchar al tradicional “ahorcado” este año durante la clausura del Carnaval 2022, sin embargo, para evitarse ser expuesto, la administración recordó no haber autorizado permisos para la presentación de camadas.

A pesar de que algunos municipios sí otorgaron apoyos para la realización de las carnestolendas luego de dos años sin eventos culturales a causa de la pandemia por Covid-19, en Chiautempan, el hijo de Jiménez Romero, quien se encarga de tomar decisiones dada poca capacidad de gobernanza del alcalde, decidió no poner en peligro la reputación de su padre.

Para iniciar, el cobro de “moche” en diversas áreas por el que ha sido señalado el hijo del munícipe, Juan Carlos Jiménez bajo la orden de no aplicar descuentos a personas de la tercera edad y discapacitados en el cobro de algunos servicios pero registrándolos en las arcas con la deducción a fin de obtener un porcentaje.

Así como la actitud prepotente de servidores públicos quienes se dicen ser protegidos por el munícipe como el caso del ex titular de Protección del Patrimonio Cultural y del ex director de Seguridad Pública y Vialidad; el primero por ocasionar destrozos a unidades particulares mientras conducía en estado de ebriedad y el segundo denunciado por acoso sexual y agresiones.

Los movimientos realizados en el área de tesorería por irregularidades financieras e incluso el nepotismo cometido por Lázaro Netzahual Teomitzi, Director de Desarrollo quien logró colar a algunos familiares en cargos administrativos.

No obstante, a pesar de la negativa, algunas camadas lograron, con recursos propios, presentar sus danzas en algunas calles del municipio con el fin de mantener viva la tradición aunque “Ahorcado” deberá esperar un año más para escuchar el esperado grito: “¡que lo puchilen!”.