Redacción

Un desabasto de combustibles derivado de los altos precios internacionales es una realidad que ya se vive en distintas regiones del país.

Algunas empresas privadas dejaron de importar combustibles ante el temor de que las autoridades no les permitan deducir el IVA o el ISR, medida que forma parte del estímulo adicional que el Gobierno otorga para evitar un alza desmedida en precios.

Alicia Zazueta, directora de eServices, explicó que ante el incremento en el precio de las gasolinas y el diesel, el Gobierno ha implementado estímulos fiscales como cubrir el 100 por ciento del IEPS y un estímulo complementario para mantener los precios.

Sin embargo, ese estímulo adicional aplicable a los importadores de combustibles a través de la deducción de IVA o ISR, ha generado incertidumbre en los privados ante las dificultades que enfrentan para que les sean reintegrados los recursos adicionales que ellos destinan a la compra de combustibles más caros.

“Los privados han optado por no importar combustibles, lo que ya ha empezado a generar desabasto, algunas estaciones de servicio de Tijuana ya se ven cerradas y algunos otros han optado por volver a comprar combustibles a Pemex”, detalló.

Zazueta explicó que actualmente sólo se tienen 77 permisos de importación vigentes y esas empresas constituyen la cadena de primera mano, pero ante la incertidumbre de poder acreditar los sobrecostos.

En el caso de la frontera, señaló que hay una mayor demanda porque el diferencial de precios entre Estados Unidos y México hace más atractivo cargar en gasolineras mexicanas.