Tras más de un mes de juicio, esta tarde, Pablo Lyle fue declarado culpable por el homicidio involuntario de Juan Ricardo Hernández, un hombre de origen cubano con quien se enfrentó en marzo del 2019 y quien falleció luego de que el actor lo golpeara.
El día de hoy, Lyle acompañado de su esposa, Ana Araujo, y sus abogados, acudió a la corte de Miami para recibir la resolución del caso y aunque tenía esperanzas de salir en libertad, todo se vino abajo cuando la jueza, Marisa Tinkler Méndez, leyó la deliberación del jurado: culpable.
Con lágrimas en los ojos, pero sin expresar ninguna reacción, el actor escuchó el veredicto por el el que podría pasar hasta 15 años de prisión; sin embargo, la sentencia aún no ha sido dictada. Recordemos que el mexicano lleva ya tres años en prisión domiciliaria por este caso, lo que podría contar a su favor. En la audiencia celebrada el día de ayer, y de acuerdo con varios medios locales, el protagoista de “Mi adorable maldición” decidió no dar su testimonio, esto por consejo de sus abogados; pero las pruebas forenses que se presentaron pudieron ser pieza clave para el fatal desenlace. De acuerdo con los reportes médicos, se confirmó que Hernández tuvo una hemorragia tras el impacto propinado por Pablo, lo que terminó por arrebatarle la vida.
“Sí, la causa de la muerte fueron complicaciones por lesiones de sangre en la cabeza. La causa de la muerte fue homicidio”, dijo el especialista, en declaraciones retomadas por el programa “Venga la alegría”
Un posible acuerdo
Horas antes de que se diera a conocer el veredicto del jurado, la cadena Univisión reveló que la defensa del actor y la fiscalía se habrían reunido para llegar a un posible acuerdo, aunque no se estableció si dicho encuentro fue buscado por los abogados del mexicano.
Hasta ahora esta información no ha sido confirmada.
