El gobierno regional catalán firmó el martes una declaración de independencia para la creación de la “República de Cataluña”, que no entrará en vigor al haber pedido al mismo tiempo la suspensión temporal de su aplicación para abrir un diálogo institucional.

Bajo el título de “Declaración de los representantes de Cataluña”, el presidente regional, Carles Puigdemont y los miembros de su gobierno rubricaron un texto en el que dicen que se “restaura la plena soberanía”.

“Apelamos a los estados y a las organizaciones internacionales a reconocer la República catalana como Estado independiente y soberano”, dice el documento, que añade que el Gobierno regional “adoptará las medidas necesarias para hacer posible la plena efectividad de esta declaración de independencia”.

Diálogo con el Gobierno español

El presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, declaró la independencia este martes, pero pidió al Congreso que la suspenda para dialogar con el Gobierno español.

“Asumo el mandato del pueblo para que Cataluña se convierta en un Estado independiente es forma de República”, aseguró en su discurso, que duró aproximadamente 40 minutos.

Sin embargo, el líder catalán mencionó que están abiertos al diálogo nacional e internacional, por lo que convocó al Congreso local para suspender la declaración e iniciar esta medida.

El Gobierno de Mariano Rajoy ha dicho que está dispuesto al diálogo y se había declarado listo para tomar medidas judiciales en caso de que el presidente catalán llegara lejos en el tema independentista.

En una parte de su mensaje, Puigdemont se dirigió a los españoles y les dijo que los catalanes no tiene nada contra España.

“No somos unos delincuentes, no somos unos locos, unos golpistas, unos abducidos. Somos gente normal que pude poder votar y que ha estado dispuesta a todo el diálogo necesario para realizarlo. No tenemos nada contra España y los españoles, al contrario, queremos que se entienda el deseo mayoritario de Cataluña”, aseguró.

Puigdemont calificó la relación de Cataluña con España como “disfuncional” y mencionó que los catalanes ya se ganaron “el derecho a ser un Estado independiente, que sea respetada más allá de las fronteras”.

La tensa relación entre España y Cataluña se complicó tras el referéndum celebrado el 1 de octubre, lo que agitó los mercados y provocó la salida de casi una decena de empresas y bancos de la región a otros puntos del territorio nacional.

Durante la jornada de votaciones, la Guardia Civil española y la Policía Nacional irrumpieron para tratar de impedir el referendo, lo que dejó al menos 844 heridos.

Según la Generalitat, el 90 por ciento de la población votó a favor de la independencia.

El discurso del presidente de Cataluña se aplazó una hora a petición de Puigdemont, quien dijo que un grupo parlamentario debía reunirse para considerar el pedido de la oposición de cancelar la sesión.