Xi Jinping obtuvo el viernes un inédito tercer mandato como presidente de China tras una votación del órgano parlamentario del país que ratifica su condición de líder más poderoso en décadas.
La reelección por cinco años como jefe de Estado se produce después de que Xi Jinping consiguiera en octubre prolongar su mandato al frente del Partido Comunista y del Ejército, los dos cargos de liderazgo más importantes del país.
El dirigente de 69 años ya obtuvo en octubre un nuevo mandato de cinco años al frente del PCCh y de la comisión militar, los dos puestos de poder más importantes en el sistema chino.
Único candidato al cargo, fue reelegido por el mismo periodo como jefe de Estado, cargo que ostenta desde 2013.
Los últimos meses fueron complicados para Xi, con grandes manifestaciones a finales de noviembre contra su política de “covid cero” y una ola de muertes tras el abandono de esta estrategia en diciembre.
Estas cuestiones sensibles se evitaron durante la sesión anual del Parlamento, un evento cuidadosamente coreografiado en el que Li Qiang, aliado de Xi, debe reemplazar como primer ministro a Li Keqiang.
La reelección formal de Xi como jefe de Estado encumbra un notable ascenso político de un responsable político antaño poco conocido para el gran público que se ha convertido en el dirigente chino más poderoso en décadas.
Autor de una biografía sobre el presidente, el escritor y periodista suizo Adrian Geiges estima que Xi “tiene realmente una visión de China”.