Ante el creciente impacto del cambio climático en la intensidad y frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos, se ha propuesto la introducción de una categoría 6 para huracanes.
El cambio climático sigue siendo un factor determinante en la configuración de una amplia gama de fenómenos meteorológicos extremos, y los huracanes no son una excepción a esta tendencia.
Estas tormentas, reconocidas por su capacidad devastadora, están exhibiendo patrones de intensificación que suscitan preocupación tanto entre la comunidad científica como en las poblaciones vulnerables.
Recientemente, un estudio ha sugerido una revisión significativa en la forma en que clasificamos estos eventos, sugiriendo la inclusión de una categoría 6 en la Escala de vientos de huracanes de Saffir-Simpson.
Esta propuesta llega en un momento crucial, evidenciando la necesidad apremiante de ajustar nuestras herramientas de medición y sistemas de alerta para abordar de manera efectiva las realidades de un clima en constante cambio.
¿Por qué se están intensificando los huracanes?
El fenómeno meteorológico denominado ‘La Surada’, agravado por la llegada del frente frío número 32, recientemente desencadenó inundaciones de gran magnitud en Holbox, Quintana Roo.
Este incidente ha generado un gran interés en las redes sociales, especialmente en plataformas como TikTok, y ha avivado un renovado debate sobre la creciente intensificación de los eventos climáticos extremos.
Aunque las autoridades ya han puesto en marcha labores de recuperación en la isla afectada y los especialistas señalan que eventos de esta índole han ocurrido en el pasado, es imprescindible reconocer el contexto más amplio, el impacto cada vez más evidente del cambio climático en la intensificación de los huracanes.
El recuerdo reciente del huracán Otis, que azotó a Acapulco en noviembre de 2023, subraya la devastadora potencia que estas tormentas pueden alcanzar y subraya la urgente necesidad de medidas de adaptación y mitigación.
Cuál es la categoría más alta en huracanes
La comunidad científica está sometiendo a revisión la Escala de Saffir-Simpson, utilizada actualmente para categorizar los huracanes del 1 al 5 en función de la velocidad del viento.
Se cuestiona la eficacia de esta escala en el contexto actual del cambio climático, donde las tormentas más intensas superan los límites de la categoría 5.
Investigadores como Michael Wehner y James Kossin señalan que la clasificación “abierta” de la categoría 5 dificulta la comunicación efectiva de los riesgos asociados a huracanes extremadamente poderosos.
De acuerdo con un artículo publicado en la revista “Proceedings of the National Academy of Sciences”, proponen la introducción de una categoría 6 para huracanes con vientos sostenidos de más de 250 km/h, equiparables a la velocidad de los conductores de NASCAR.
Esta iniciativa busca mejorar la comprensión y la preparación ante los fenómenos meteorológicos cada vez más intensos.
¿Cuáles serían los desafíos de una categoría 6?
La propuesta de introducir una categoría 6 no solo aborda una cuestión técnica, sino que también refleja una necesidad apremiante de reevaluar nuestra percepción y preparación frente a los desastres naturales en un contexto de cambio climático acelerado.
Datos recientes revelan que desde 2013, cinco tormentas, incluido el devastador huracán Patricia, han alcanzado o superado los criterios propuestos para esta nueva categoría.
Este aumento en la frecuencia y gravedad de los eventos meteorológicos extremos subraya la urgencia de la propuesta de Wehner y Kossin. Su iniciativa destaca la importancia de adaptar nuestras herramientas de evaluación y comunicación a la realidad de un mundo en constante calentamiento, un desafío que trasciende la mera meteorología y que abarca la gestión de desastres y la planificación a largo plazo.