Un juez federal bloqueó una nueva ley de Texas que permitiría a la policía arrestar a migrantes sospechosos de haber entrado ilegalmente a Estados Unidos, en una victoria para el gobierno del presidente Joe Biden en su disputa con el gobernador republicano Greg Abbott sobre el tema migratorio.
La decisión del juez David Ezra deja en pausa una ley que iba a entrar en vigencia el 5 de marzo. Lo más probable es que el gobierno de Texas apele el fallo.
Los defensores de los migrantes han advertido que la ley conducirá directamente a la discriminación racial, en especial contra los latinoamericanos.
La medida (SB 88-4) fue demandada por grupos de defensa de derechos civiles encabezados por la Unión Estadunidense de Libertades Civiles (ACLU, en inglés) en diciembre pasado a pocos días de ser firmada por el gobernador de Texas.
Los demandantes alegan que la ley es inconstitucional porque viola la supremacía de la ley federal, que regula la inmigración en Estados Unidos, sobre las medidas aprobadas por un estado.La ley convierte en delito menor el que un extranjero “ingrese o intente ingresar al estado desde una nación extranjera” de forma irregular. La falta se convierte en un crimen grave, punible hasta con 20 años de prisión, si el infractor es reincidente.
La iniciativa también permite a la Justicia estatal ordenar la expulsión de personas sin mediar proceso legal. Asimismo, los oficiales de policía podrán arrestar a cualquier individuo del que sospechen que ingresó ilegalmente al país, y tendrán la facultad discrecional de expulsarlo a México en vez de arrestarlo.
Anand Balakrishnan, abogado del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU, dijo en un comunicado que la decisión del tribunal federal “confirma” la ilegalidad de la medida.