El papa Francisco celebró este Jueves Santo la misa Crismal con la que se abre el llamado Triduo pascual de la Semana Santa, y en su larga homilía, leída con buena voz, pidió a los sacerdotes liberarse de egoísmos y ambiciones y que perdonen siempre y lloren por los demás.
En la misa de hoy, 28 de marzo de 2024, se conmemora la institución del sacramento del orden sacerdotal por Jesucristo durante la Última Cena y está dedicada a la renovación por parte de los sacerdotes de los votos de pobreza, castidad y obediencia, por lo que en la ceremonia participaron sobre todo los curas de la diócesis de Roma.
Además, durante la ceremonia también se bendijeron los óleos de los catecúmenos, el de los enfermos y del crisma, que se utilizan durante el año para los bautismos, confirmaciones y unción de los enfermos y el papa Francisco también bendijo las tres ánforas de plata con estos que serán utilizados en las celebraciones vaticanas