02 DE JUNIO: JORNADA EJEMPLAR
LOURDES ROMERO
Inicio mi comentario de esta semana apreciando que la victoria electoral de Morena, el pasado 02 de junio, fue contundente.
Ya tuve oportunidad de externar las razones por la que estimo que el saldo de la jornada comicial fue un síntoma de la aprobación ciudadana a la gobernadora Lorena Cuéllar y su gobierno.
Sin embargo, creo que es importante explicar algunos fenómenos que los malintencionados pretenden distorsionar a la luz de las viejas prácticas a las que están acostumbrados.
Por ejemplo, se dice que ahora, con Morena y sus aliados, a Tlaxcala regresaron los tiempos del “carro completo” en una elección, como si se tratara de algo impensable, por considerarlo un fenómeno exclusivo del régimen priista.
Pero si analizamos la situación con cuidado, podemos notar algo que marca la diferencia: que con el priismo los “carros completos” eran precedidos por fraudes electorales, y que ahora pueden ocurrir por la convicción de mayorías ciudadanas pensantes.
Miremos las cosas con atención. Antes, los controles gubernamentales en torno a los procesos electorales incidían en los resultados. Incluso, la censura en los medios rayaba en la complicidad. Ahora, la voluntad ciudadana es manifiesta. No en vano Tlaxcala se ubicó como el segundo estado del país con más alto nivel de participación ciudadana.
Es decir: 7 de cada 10 electores en el estado acudieron a las urnas a elegir a sus autoridades, y ellos hicieron posible el impensable “carro completo” en la elección de Diputados Locales y Federales.
Por esa razón, el intento de atribuir al “clientelismo electoral” los resultados del 02 de junio resulta absurdo. El ciudadano del siglo XXI no es el mismo que el del siglo XX. Tiene un conocimiento del desarrollo de la democracia, a partir de la experiencia de los últimos procesos electorales, y ya no puede ser obligado a votar por alguien que no sea de su predilección.
Con la información generada, no solo en los medios de comunicación, sino en las redes sociales, el ciudadano tiene elementos para analizar y distinguir lo que le conviene. Y si 7 de cada 10 en condiciones de votar salieron a hacerlo, fue por voluntad propia, animados por la libertad que gozan para decidir. Y si decidieron a favor de la Cuarta Transformación, fue porque ésta le ha dado resultados. Así de simple.
Finalmente, sobre la idea de que los comicios se desarrollaron en condiciones de inseguridad, argumentando incidentes como la quema de paquetes electorales, y tensiones en los conteos de algunos Consejos Electorales, la realidad es que tales actos no incidieron en los resultados de una elección que también fue cuidada por los ciudadanos. Pretender exagerarlos no tiene caso alguno.
Nos guste o no, la jornada electoral del 02 de junio fue ejemplar, por sus niveles de participación, y por su adecuado desarrollo. Habrá quien quiera ver el “prietito en el arroz”, y está en su derecho de verlo no solo “prietito” sino también “color de hormiga”, pero los resultados están ahí, a la vista de todos, y la ciudadanía está satisfecha con ellos.