71 años después

Vicente Morales Pérez

El 3 de julio de 1953 la lucha de las sufragistas mexicanas lograba una gran victoria, por primera vez tenían el derecho a votar. Dos años después (1955) también se presentaban como candidatas a diputadas federales y por primera vez cuatro mujeres se sumaban a las tareas legislativas: Margarita García Flores, Marcelina Galindo Arce, Guadalupe Urzúa Flores y Remedios Ezeta Uribe.

A 71 años de distancia de esos dos momentos estelares podemos decir que México ha cambiado. No se trata de una tarea concluida, pero los avances son innegables. Estamos a unas semanas de que por primera vez una mujer rinda protesta como presidenta de México, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo decía en uno de sus primeros discursos “No llego sola” y es cierto, llega con la responsabilidad y el legado de todas las mujeres que han luchado por la igualdad; arriba con la esperanza de millones de mujeres que aspiran a demostrar sus capacidades en las tareas de gobierno y tiene la irrenunciable misión de trazar una ruta en favor de la igualdad.

Esta lucha histórica logra uno de sus momentos más importantes en el gobierno de la Cuarta Transformación, se trata de un combate que se ha librado en las calles, en los medios de comunicación, en la academia y en los hogares de los mexicanos. Hoy contamos con gobernadoras, senadoras, presidentas municipales y legisladoras. El gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador cuenta con mujeres destacadas en las áreas de mayor responsabilidad para la vida nacional. la Cuarta Transformación tiene indudablemente un compromiso en favor de la igualdad.

En Tlaxcala contamos con una mujer talentosa como gobernadora, es una líder con visión y humanista que está transformando la vida de los tlaxcaltecas. La Lic. Lorena Cuéllar Cisneros ha sido protagonista activa de la lucha por la igualdad de las mujeres. En el pasado proceso electoral fuimos testigos de una serie de medidas por parte del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones, a través de las cuales se logró un incremento importante en la representación política de las mujeres. 

Son tiempo de transformación y bienestar, en donde más allá de las ideologías, los partidos políticos o los colores, todas y todos coincidimos en la legitimidad de la lucha por la igualdad. Somos participes de uno de los contextos de mayor participación para las mujeres y es nuestro deber defenderlo e institucionalizarlo.

Desde el segundo piso de la Cuarta Transformación deberemos diseñar las leyes y las instituciones que no permitan defender el legado y la lucha de las mujeres. A 71 años de distancia, hoy tenemos una presidenta electa.

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