Dejemos de lado las cifras y no reparemos en los miles de millones de pesos invertidos en la República para solventar los gastos del Poder Legislativo en todas sus representaciones; locales, federales y aun en los cabildos o asambleas. Por un momento pensemos nada más en las actitudes, los modos, la forma como trabajan esas cámaras.
Recurrir a las cifras nos provocaría mareo. Ver las actitudes; nausea.
Solamente leamos esta colección de notas periodísticas:
“(Crónica).- La falta de acuerdos entre las fracciones parlamentarias para elegir al titular de la Fepade se prolongó una vez más en el Senado y trabó otra vez la posibilidad de emitir la convocatoria para elegir a quien será el fiscal electoral que investigue y sancione las irregularidades que se presenten en las elecciones del 2018, donde se renovará la Presidencia de la República.
“Ahora el punto de conflicto es por el numeral 6 de la segunda cláusula de la convocatoria, donde aparece un “candado” en el que se establece que quien aspire al cargo de Fiscal Electoral no haya ostentado ningún cargo partidista ni haber sido postulado candidata o candidato por partido político alguno al menos en los seis años anteriores”.
Y todo este rollo insufrible sólo para emitir una convocatoria. Simple y llanamente, ni siquiera para determinar quién llena los requisitos de un pliego.
Pero hay más:
“(La Jornada).- La mesa directiva de la Cámara de Diputados revisará la conducta de diputadas del PRI que durante la madrugada del jueves se refirieron con una expresión homofóbica a Ariel Juárez (Morena), así como a éste, que calificó de corruptos a los priístas.
“En la sesión pasada fue notoria la descalificación a un coordinador, pero no pasa desapercibida la peyorativa (de éste) a un legislador. Ambas (conductas) son imperdonables, merecen una reflexión de los legisladores y se harán las recomendaciones necesarias…”
Si la escandalera por un grito inocuo (obviamente pasto para la demagogia de la Conapred) ya resulta ridícula, más todavía la explicación: no le dijimos puto, le dijimos bruto.
¡Ay, mana!, tú la traes…
Pero hay casos peores:
“…Los diputados de San Lázaro simplemente no llegan a un acuerdo a menos de un mes del cambio en el titular de la Auditoría Superior de la Federación, Juan Manuel Portal.
“De acuerdo con la ley, Juan Manuel Portal puede participar para buscar su reelección hasta por ocho años más, su nueva gestión iniciaría el primero de enero del 2018, pero su edad, guste o no, ya es factor…”
Y casi como una cereza en el pastel revisemos a la Honorable Asamblea Legislativa del (inexistente) DF:
“(Crónica).- Diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD) tomaron esta mañana el control de la Mesa Directiva de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, para evitar que los legisladores de Morena intenten ocupar otra vez ese espacio.
“…Desde muy temprano llegaron al recinto de Donceles y Allende los perredista Raúl Flores, Rebeca Peralta, Iván Texta y Luis Alberto Chávez, con el propósito de sentarse en los escaños destinados a la Mesa Directiva, donde se ubica la tribuna principal del pleno de la Asamblea Legislativa capitalina…”
Y más:
(Crónica).- César Cravioto, coordinador de Morena, fue removido de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa ya que acumuló más de siete faltas sin haberlas justificado.
“El presidente de la Comisión de Gobierno, Leonel Luna, informó que Cravioto no había estado asistiendo regularmente a las sesiones de dicha agrupación por lo que se tomó la decisión de darlo de baja”.
Y mientras todo esto sucede, el coordinador de los insignificantes asambleístas del PAN, Jorge Romero, teoriza por escrito sobre sus ambiciones:
“Una sociedad de avanzada es aquella que deja de lado sus diferencias y busca sumarse cuando se requiere alcanzar objetivos superiores en beneficio de la gente, principalmente de quienes se encuentran marginados y más difícil les resulta salir adelante.
“Hoy en la Ciudad de México varios partidos políticos dimos un gran paso adelante; privilegiando las coincidencias programáticas para conformar el Frente Ciudadano y así, juntos, desde las distintas ideologías, elaborar políticas que favorezcan a la población, BLA, BLA, BLA…”.
Este texto mueve a la curiosidad. No por mal escrito sino por investigar quién lo pergeñó con el más rancio lenguaje de la prehistoria priista (sic). El señor Romero no es capaz. Ni de eso.
UNA BUENA
Campeche es uno de los estados del país con los mejores resultados en materia de orden financiero y de eficacia entre el presupuesto y el gasto público, reveló el Índice de Información del Ejercicio del Gasto 2017, realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
En su página oficial, el organismo ciudadano (para el cual no hay corbata linda ni mujer honesta), publica un recuadro de los resultados generales donde se observa en segunda posición a Campeche, con un nivel de cumplimiento del 83 por ciento.
Explica que el análisis muestra la distancia entre el destino de los recursos asignados en los presupuestos estatales y la manera en que efectivamente se gastó el dinero público, durante el ejercicio fiscal que está por concluir.
Lo dicho, una buena.