ACUITLAPILCO: INTERESES MEZQUINOS
LOURDES ROMERO
Comienzo mi comentario de esta semana lamentando lo que sucede en la comunidad de Acuitlapilco, en la capital de Tlaxcala.
Ahí, decenas de personas de escasos recursos llevan varios días sin la dotación de alimentos calientes a través del programa “Unidad de Bienestar para Tu Nutrición”, a cargo del gobierno estatal.
Esta afectación social se debe a que un grupo de vecinos, a finales de julio, decidió cerrar el inmueble donde la “Unidad del Bienestar para tu Nutrición” estaba operando.
Esta decisión unilateral afecta directamente a 550 personas beneficiarias, y evidentemente inhibe la posibilidad de ampliar los beneficios del programa en la zona.
Algunas versiones apuntan a que la decisión de cerrar dicha Unidad se debe a que el inmueble se ubica en un predio que pertenece a particulares; sin embargo, otras versiones sugieren que ésta fue la respuesta de ciertos ciudadanos que no logaron formar parte del nuevo comité de administración del agua potable en la localidad.
Como es sabido, la falta de transparencia y de manejo adecuado de los recursos relacionados con la operación del sistema de agua potable en Santa María Acuitlapilco fue hace poco motivo de conflicto social.
Sin embargo, más allá de las razones que “orillaron” a estas personas a clausurar el sitio que brindaba atención a la población vulnerable, lo criticable es esa evidente pérdida de valores como la solidaridad y el sentido de comunidad.
Los responsables de este acto prefirieron privilegiar intereses particulares, y realmente mezquinos, al soldar los accesos al inmueble, con el único fin de inhabilitarlo y de negarle a decenas de personas la posibilidad de acceder a una mejor alimentación.
Desde 2022, la Secretaría de Bienestar Estatal puso en marcha este programa como alternativa para abatir el rezago por carencia alimentaria en la entidad. Tristemente, hay personas carentes de empatía que prefieren ver un lugar cerrado que brindando servicios a la gente que lo necesita.
Personas de la tercera edad, mujeres que sacan adelante sus hogares solas, y hasta personas en situación de abandono, han sido privados de beneficios sociales en su localidad, y ahora se ven en la necesidad de desplazarse a otros municipios, como Santa Ana Chiautempan, para acceder a ellos, o de plano abstenerse de recibirlos por falta de recursos.
Qué bueno que los beneficiarios evitaron cualquier confrontación que pueda generar un riesgo para su integridad, pero qué penoso que, de manera arbitraria, la decisión de unos cuantos afecte a muchos.